Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando Jesús bajó del monte, grandes multitudes Lo seguían. (Mateo 8:1)
Y se acercó un leproso y se postró ante El, diciendo: "Señor, si quieres, puedes limpiarme." (Mateo 8:2)
Extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: "Quiero; sé limpio." Y al instante quedó limpio de su lepra. (Mateo 8:3)
Entonces Jesús le dijo: "Mira, no se lo digas a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio a ellos."
Al entrar Jesús en Capernaúm, se acercó un centurión y Le suplicó: (Mateo 8:5)
Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, sufriendo mucho." (Mateo 8:6)
Y Jesús le dijo: "Yo iré y lo sanaré." (Mateo 8:7)

Otras publicaciones relacionadas con "Mateo 8:4":

Dr. Roberto Miranda
Los requisitos del milagro
En este artículo, el autor reflexiona sobre el primer milagro formal registrado en la Biblia después de la ascensión de Cristo, donde Pedro y Juan sanan a un paralítico en el templo en el nombre de Jesús. Se enfatiza la importancia de cultivar la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida, poner la fe en Jesucristo y no en los hombres o iglesias, y la necesidad de una iglesia activa y evangelística para atraer a otros a Cristo. El autor también reflexiona sobre el concepto de la restauración de todas las cosas y cómo esto puede ser una señal de que aún queda mucho trabajo por hacer en la tierra antes de que Cristo regrese.


Omar Soto
Completa la obra, Señor!
Reflexión sobre la importancia de tener un corazón agradecido y enfocado en la gratitud en lugar de solo en las propias necesidades, a través de la historia de los diez leprosos sanados por Jesús.


Dr. Roberto Miranda
Sermón clásico 6046: El mejor médico de todos
El autor habla sobre la importancia de buscar a Dios con pasión y entender que Él es soberano y sabe todas las cosas, enfocándose en la historia de la mujer con flujo de sangre. El pastor Roberto Miranda habla sobre la importancia de tener una relación íntima con Jesucristo y de confiar en Él para sanarnos en sus mensajes.


Dr. Roberto Miranda
Jesús, mayor que Moisés y la Ley
En este artículo se explora la presentación de Jesús como el centro de la enseñanza en Juan 5, confrontando el sistema religioso y presentándolo como la fundación de la salvación y la vida eterna. Se destaca la importancia de tener una relación personal con Cristo y de enfocarse en enamorarse de él en lugar de la iglesia, así como de aceptarlo como salvador para pasar de muerte a vida.


Dr. Roberto Miranda
Dios siempre está dispuesto a responder a nuestro clamor
En este artículo, el Dr. Roberto Miranda habla sobre cómo Dios siempre está dispuesto a responder a nuestras oraciones y cómo podemos llevar nuestra fe y confianza en Él al máximo nivel de intensidad. También se menciona el ejemplo de la mujer con flujo de sangre en Marcos 5 y cómo su iniciativa de fe desató el mover poderoso de Dios.


Dr. Roberto Miranda
Tenemos un Dios que se interesa en nosotros
En este artículo, el Dr. Roberto Miranda habla sobre cómo Dios se interesa por nosotros y quiere sanarnos en todas las áreas de nuestra vida, destacando la importancia de la oración detallada y exponer todos los detalles de nuestra situación a Dios.


Omar Soto
Una fe atrevida recibe su recompensa
El autor habla sobre la historia de la mujer que tocó el borde del manto de Jesús y su fe atrevida para alcanzarlo, y cómo esto puede aplicarse a la vida de los lectores. También habla sobre la gracia inusual de Dios y la necesidad de buscar a Jesús para recibir su respuesta y recompensa.


Mateo 8:4 - Referencia Cruzada

Cuando alguien tenga en la piel de su cuerpo hinchazón, o erupción, o mancha blanca lustrosa, y se convierta en infección de lepra en la piel de su cuerpo, será traído al sacerdote Aarón o a uno de sus hijos, los sacerdotes. (Levítico 13:2)
En cualquier lugar que no los reciban ni los escuchen, al salir de allí, sacúdanse el polvo de la planta de los pies en testimonio contra ellos." (Marcus 6:11)
Mientras descendían del monte, Jesús les ordenó: "No cuenten a nadie la visión hasta que el Hijo del Hombre haya resucitado de entre los muertos." (Mateo 17:9)
Jesús les ordenó que a nadie se lo dijeran; pero mientras más se lo ordenaba, tanto más ellos lo proclamaban. (Marcus 7:36)
Cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestidos, y dijo: "¿Acaso soy yo Dios, para dar muerte y para dar vida, para que éste me mande a decir que cure a un hombre de su lepra? Consideren ahora esto y vean cómo busca pleito conmigo." (2 Reyes 5:7)
El SEÑOR se agradó por causa de Su justicia En hacer la ley grande y gloriosa. (Isaías 42:21)
No piensen que he venido para poner fin a la Ley o a los Profetas; no he venido para poner fin, sino para cumplir. (Mateo 5:17)
Entonces ordenó a los discípulos que a nadie dijeran que El era el Cristo (el Mesías). (Mateo 16:20)
Esto les dará oportunidad de testificar. (Lucas 21:13)
Y Jesús les advirtió severamente que no hablaran de El a nadie. (Marcus 8:30)
Entonces les dio órdenes estrictas de que nadie se enterara de esto; y dijo que le dieran de comer a la niña. (Marcus 5:43)
Esta será la ley del leproso en los días de su purificación. Será llevado al sacerdote, (Levítico 14:2)
Y les advirtió que no revelaran quién era El; (Mateo 12:16)
Y se les abrieron los ojos. Y Jesús les advirtió rigurosamente: "Miren que nadie lo sepa." (Mateo 9:30)
El que habla de sí mismo busca su propia gloria; pero Aquél que busca la gloria del que Lo envió, El es verdadero y no hay injusticia en El. (Juan 7:18)
Cuídense de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de otra manera no tendrán recompensa de su Padre que está en los cielos. (Mateo 6:1)
Pero ustedes, estén alerta; porque los entregarán a los tribunales y serán azotados en las sinagogas, y comparecerán delante de gobernadores y reyes por Mi causa, para testimonio a ellos. (Marcus 13:9)
Si no hago las obras de Mi Padre, no Me crean; (Juan 10:37)
Y El le mandó que no se lo dijera a nadie. "Pero anda," le dijo, "muéstrate al sacerdote y da una ofrenda por tu purificación según lo ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio." (Lucas 5:14)
Jesús le respondió: "Permítelo ahora; porque es conveniente que así cumplamos toda justicia." Entonces Juan consintió. (Mateo 3:15)
y hasta serán llevados delante de gobernadores y reyes por Mi causa, como un testimonio a ellos y a los Gentiles. (Mateo 10:18)
Entonces Jesús lo despidió enseguida amonestándole severamente: (Marcus 1:43)
Yo no recibo (no acepto) gloria de los hombres; (Juan 5:41)
Pero Yo no busco Mi gloria; hay Uno que la busca, y juzga. (Juan 8:50)
Cuando El los vio, les dijo: "Vayan y muéstrense a los sacerdotes." Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios. (Lucas 17:14)