Nueva Biblia Latinoamericana
Muchos vendrán en Mi nombre diciendo: 'Yo soy el Cristo,' y engañarán a muchos. (Marcus 13:6)
Cuando ustedes oigan de guerras y de rumores de guerras, no se alarmen; es necesario que todo esto suceda, pero todavía no es el fin. (Marcus 13:7)
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en diversos lugares; y habrá hambres. Esto sólo es el comienzo de dolores. (Marcus 13:8)
Pero ustedes, estén alerta; porque los entregarán a los tribunales y serán azotados en las sinagogas, y comparecerán delante de gobernadores y reyes por Mi causa, para testimonio a ellos.
Pero primero el evangelio debe ser predicado a todas las naciones. (Marcus 13:10)
Cuando los lleven y los entreguen, no se preocupen de antemano por lo que van a decir, sino que lo que les sea dado en aquella hora, eso hablen; porque no son ustedes los que hablan, sino el Espíritu Santo. (Marcus 13:11)
El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y les causarán la muerte. (Marcus 13:12)

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Marcus 13:9 - Referencia Cruzada

Pero serán entregados aun por padres, hermanos, parientes y amigos; y matarán a algunos de ustedes, (Lucas 21:16)
Mientras Pedro y Juan hablaban al pueblo, se les echaron encima los sacerdotes, el capitán de la guardia del templo, y los Saduceos, (Hechos 4:1)
Entonces, en secreto persuadieron a algunos hombres para que dijeran: "Le hemos oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios." (Hechos 6:11)
En cualquier lugar que no los reciban ni los escuchen, al salir de allí, sacúdanse el polvo de la planta de los pies en testimonio contra ellos." (Marcus 6:11)
Festo, entonces, tres días después de haber llegado a la provincia, subió a Jerusalén desde Cesarea. (Hechos 25:1)
Yo, Juan, hermano de ustedes y compañero en la tribulación, en el reino y en la perseverancia en Jesús, me encontraba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús. (Apocalipsis 1:9)
Porque a ustedes se les ha concedido por amor de Cristo, no sólo creer en El, sino también sufrir por El, (Filipenses 1:29)
Por tanto, miren, Yo les envío profetas, sabios y escribas. A algunos de ellos, ustedes los matarán y crucificarán, y a otros los azotarán en sus sinagogas y los perseguirán de ciudad en ciudad, (Mateo 23:34)
Mira," le dijo, "no digas nada a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu limpieza lo que Moisés ordenó, para testimonio a ellos." (Marcus 1:44)
Pero Ananías respondió: "Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto mal ha hecho a Tus santos en Jerusalén, (Hechos 9:13)
Acuérdense de la palabra que Yo les dije: 'Un siervo no es mayor que su señor.' Si Me persiguieron a Mí, también los perseguirán a ustedes; si guardaron Mi palabra, también guardarán la de ustedes. (Juan 15:20)
Porque pienso que Dios nos ha exhibido a nosotros los apóstoles en último lugar, como a sentenciados a muerte. Porque hemos llegado a ser un espectáculo para el mundo, tanto para los ángeles como para los hombres. (1 Corintios 4:9)
Yo sé dónde moras: donde está el trono de Satanás. Guardas fielmente Mi nombre y no has negado Mi fe, aun en los días de Antipas, Mi testigo, Mi siervo fiel, que fue muerto entre ustedes, donde mora Satanás. (Apocalipsis 2:13)
Y Jesús comenzó a decirles: "Miren que nadie los engañe. (Marcus 13:5)
porque Yo le mostraré cuánto debe padecer por Mi nombre." (Hechos 9:16)
Entonces Pablo, mirando fijamente al Concilio (al Sanedrín), dijo: "Hermanos, hasta este día yo he vivido delante de Dios con una conciencia perfectamente limpia." (Hechos 23:1)
Esta es una señal evidente del justo juicio de Dios, para que sean considerados dignos del reino de Dios, por el cual en verdad están sufriendo. (2 Tesalonicenses 1:5)
Mientras procuraban matarlo, llegó aviso al comandante de la compañía (tropa) Romana que toda Jerusalén estaba en confusión. (Hechos 21:31)
Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos, y crujían los dientes contra él. (Hechos 7:54)
Por aquel tiempo el rey Herodes (Agripa I) echó mano a algunos que pertenecían a la iglesia para maltratarlos. (Hechos 12:1)
Los expulsarán de las sinagogas; pero viene la hora cuando cualquiera que los mate pensará que así rinde un servicio a Dios. (Juan 16:2)
quien vino a ver nos, y tomando el cinto de Pablo, se ató las manos y los pies, y dijo: "Así dice el Espíritu Santo: 'Así atarán los Judíos en Jerusalén al dueño de este cinto, y lo entregarán en manos de los Gentiles.'" (Hechos 21:11)
Cuando el Cordero abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido muertos a causa de la palabra de Dios y del testimonio que habían mantenido. (Apocalipsis 6:9)
No temas lo que estás por sufrir. Yo te digo que el diablo echará a algunos de ustedes en la cárcel para que sean probados, y tendrán tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y Yo te daré la corona de la vida. (Apocalipsis 2:10)
Después de haberlos presentado a los magistrados superiores, dijeron: "Estos hombres, siendo Judíos, alborotan nuestra ciudad, (Hechos 16:20)
Pero levantándose el sumo sacerdote, y todos los que estaban con él, (es decir, la secta de los Saduceos), se llenaron de celo. (Hechos 5:17)
Saulo (Pablo), respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote, (Hechos 9:1)
Cinco días más tarde el sumo sacerdote Ananías descendió a Cesarea con algunos ancianos y con un abogado llamado Tértulo; y presentaron al gobernador sus cargos contra Pablo. (Hechos 24:1)
En cuanto a los que no los reciban, al salir de esa ciudad, sacudan el polvo de sus pies en testimonio contra ellos." (Lucas 9:5)
Entonces yo dije: 'Señor, ellos saben bien que en las sinagogas, una tras otra, yo encarcelaba y azotaba a los que creían en Ti. (Hechos 22:19)
¿Son servidores de Cristo? (Hablo como si hubiera perdido el juicio) yo más. En muchos más trabajos, en muchas más cárceles, en azotes un sinnúmero de veces, con frecuencia en peligros de muerte. (2 Corintios 11:23)
Entonces los entregarán a tribulación, y los matarán, y serán odiados de todas las naciones por causa de mi nombre. (Mateo 24:9)
Pero cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales (sanedrines) y los azotarán en sus sinagogas; (Mateo 10:17)