Nueva Biblia Latinoamericana
Después de esto vivió Job 140 años, y vio a sus hijos y a los hijos de sus hijos, hasta cuatro generaciones. (Job 42:16)
Y murió Job, anciano y lleno de días. (Job 42:17)
¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, Ni se detiene en el camino de los pecadores, Ni se sienta en la silla de los escarnecedores, (Salmos 1:1)
Sino que en la ley del SEÑOR está su deleite, Y en Su ley medita de día y de noche!
Será como árbol plantado junto a corrientes de agua, Que da su fruto a su tiempo Y su hoja no se marchita; En todo lo que hace, prospera. (Salmos 1:3)
No así los impíos, Que son como paja que se lleva el viento. (Salmos 1:4)
Por tanto, no se sostendrán los impíos en el juicio, Ni los pecadores en la congregación de los justos. (Salmos 1:5)

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Salmos 1:2 - Referencia Cruzada

Este Libro de la Ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito. (Josué 1:8)
Del mandamiento de Sus labios no me he apartado, He atesorado las palabras de Su boca más que mi comida. (Job 23:12)
Mem. ¡Cuánto amo Tu ley! Todo el día es ella mi meditación. (Salmos 119:97)
Porque en el hombre interior me deleito con la Ley de Dios, (Romanos 7:22)
Si Tu ley no hubiera sido mi deleite, Entonces habría perecido en mi aflicción. (Salmos 119:92)
Me deleitaré en Tus mandamientos, Los cuales amo. (Salmos 119:47)
Hazme andar por la senda de Tus mandamientos, Porque en ella me deleito. (Salmos 119:35)
Meditaré en Tus preceptos, Y consideraré Tus caminos. (Salmos 119:15)
Doy gracias a Dios, a quien sirvo con limpia conciencia como lo hicieron mis antepasados, de que sin cesar, noche y día, me acuerdo de ti en mis oraciones, (2 Timoteo 1:3)
Cuando se presentaban Tus palabras, yo las comía; Tus palabras eran para mí el gozo y la alegría de mi corazón, Porque se me llamaba por Tu nombre, Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos. (Jeremías 15:16)
¿Y no hará Dios justicia a Sus escogidos, que claman a El día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles? (Lucas 18:7)
Alef. ¡Cuán bienaventurados son los de camino perfecto, Los que andan en la ley del SEÑOR! (Salmos 119:1)
Mejor es para mí la ley de Tu boca Que millares de monedas de oro y de plata. (Salmos 119:72)
En mi corazón he atesorado Tu palabra, Para no pecar contra Ti. (Salmos 119:11)
Me deleito en hacer Tu voluntad, Dios mío; Tu ley está dentro de mi corazón." (Salmos 40:8)
y después de viuda, hasta los ochenta y cuatro años. Nunca se alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones. (Lucas 2:37)
Reflexiona sobre estas cosas; dedícate a ellas, para que tu aprovechamiento sea evidente a todos. (1 Timoteo 4:15)
Porque recuerdan, hermanos, nuestros trabajos y fatigas, cómo, trabajando de día y de noche para no ser carga a ninguno de ustedes, les proclamamos el evangelio de Dios. (1 Tesalonicenses 2:9)
Cántico. Salmo de los hijos de Coré. Para el director del coro; sobre Mahalat Leannot. Masquil de Hemán el Ezraíta. Oh SEÑOR, Dios de mi salvación, De día y de noche he clamado delante de Ti. (Salmos 88:1)
Porque éste es el amor de Dios: que guardemos Sus mandamientos, y Sus mandamientos no son difíciles. (1 Juan 5:3)
Séale agradable mi meditación; Yo me alegraré en el SEÑOR. (Salmos 104:34)
¡Aleluya! Cuán bienaventurado es el hombre que teme al SEÑOR, Que mucho se deleita en Sus mandamientos. (Salmos 112:1)