Nueva Biblia Latinoamericana
Simeón los bendijo, y dijo a Su madre María: "Este Niño ha sido puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción, (Lucas 2:34)
y una espada traspasará aun tu propia alma, a fin de que sean revelados los pensamientos de muchos corazones." (Lucas 2:35)
Y había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ella era de edad muy avanzada, y había vivido con su marido siete años después de su matrimonio, (Lucas 2:36)
y después de viuda, hasta los ochenta y cuatro años. Nunca se alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones.
Llegando ella en ese preciso momento, daba gracias a Dios y hablaba del Niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén. (Lucas 2:38)
Habiendo ellos cumplido con todo conforme a la Ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret. (Lucas 2:39)
Y el Niño crecía y se fortalecía, llenándose de sabiduría; y la gracia de Dios estaba sobre El. (Lucas 2:40)

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Lucas 2:37 - Referencia Cruzada

Además hizo la pila de bronce y su base de bronce, de los espejos de las mujeres que servían a la puerta de la tienda de reunión. (Éxodo 38:8)
Sin embargo la que en verdad es viuda y se ha quedado sola, tiene puesta su esperanza en Dios y continúa en súplicas y oraciones noche y día. (1 Timoteo 5:5)
Porque mejor es un día en Tus atrios que mil fuera de ellos. Prefiero estar en el umbral de la casa de mi Dios Que morar en las tiendas de impiedad. (Salmos 84:10)
¡Cuán bienaventurados son los que moran en Tu casa! Continuamente Te alaban. (Selah) (Salmos 84:4)
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa del SEÑOR moraré por largos días. (Salmos 23:6)
Entonces, después de ayunar, orar y haber impuesto las manos sobre ellos, los enviaron. (Hechos 13:3)
No hay santo como el SEÑOR; En verdad, no hay otro fuera de Ti, Ni hay roca como nuestro Dios. (1 Samuel 2:2)
Una cosa he pedido al SEÑOR, y ésa buscaré: Que habite yo en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura del SEÑOR Y para meditar en Su templo. (Salmos 27:4)
Plantados en la casa del SEÑOR, Florecerán en los atrios de nuestro Dios. (Salmos 92:13)
Después que les designaron ancianos en cada iglesia, habiendo orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído. (Hechos 14:23)
Por eso están delante del trono de Dios, y Le sirven día y noche en Su templo; y Aquél que está sentado en el trono extenderá Su tabernáculo sobre ellos. (Apocalipsis 7:15)
¡Aleluya! Alaben el nombre del SEÑOR; Alábenlo, siervos del SEÑOR, (Salmos 135:1)
que nuestras doce tribus esperan alcanzar al servir fielmente a Dios noche y día. Y por esta esperanza, oh rey, soy acusado por los Judíos. (Hechos 26:7)
Al vencedor le haré una columna en el templo de Mi Dios, y nunca más saldrá de allí. Escribiré sobre él el nombre de Mi Dios y el nombre de la ciudad de Mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de Mi Dios, y Mi nombre nuevo. (Apocalipsis 3:12)
Dios mío, de día clamo y no respondes; Y de noche, pero no hay para mí reposo. (Salmos 22:2)
Ellos dijeron a Jesús: "Los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oraciones; los de los Fariseos también hacen lo mismo, pero los Tuyos comen y beben." (Lucas 5:33)