Alégrate, joven, pero ...
Samuel CaraballoNo cabe duda que la juventud es una etapa transitoria. Todos vamos poniéndonos más 'viejos' cada día. Pero esta realidad no parece ser tan evidente durante los años de la 'pubertad'. Durante la adolescencia las cosas aparenta ser eternas e inagotables. Bien lo dicen los abuelos: "¡La inocencia es atrevida!"
La realidad es que a nuestros adolescentes le ha tocado vivir en una época llena de contradicciones. Hoy las distancias geográficas se han acortado a través de los medios de comunicación social. Sin embargo, la distancia en la comunicación de los padres y los hijos ha aumentado considerablemente. La sociedad insta a nuestros jóvenes a ser independientes en sus pensamientos y acciones. No obstante, los patrones de comportamiento de millares de nuestros adolescentes "dependen" del "glamour" y la “apariencia” de los artistas y deportistas que acaparan la atención de los medios. Aún teniendo las energías y el tiempo para explorar el medio ambiente y la naturaleza, decenas de miles de jóvenes prefieren pasar horas “muertas” jugando videojuegos. Ante estas contradicciones de nuestra época Eclesiastés 11:9 imparte una advertencia muy apropiada para la juventud.