Nueva Biblia Latinoamericana
Tus estatutos guardaré; No me dejes en completo desamparo. (Salmos 119:8)
Bet. ¿Cómo puede el joven guardar puro su camino? Guardando Tu palabra. (Salmos 119:9)
Con todo mi corazón Te he buscado; No dejes que me desvíe de Tus mandamientos. (Salmos 119:10)
En mi corazón he atesorado Tu palabra, Para no pecar contra Ti.
Bendito Tú, oh SEÑOR; Enséñame Tus estatutos. (Salmos 119:12)
He contado con mis labios De todas las ordenanzas de Tu boca. (Salmos 119:13)
Me he gozado en el camino de Tus testimonios, Más que en todas las riquezas. (Salmos 119:14)

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Salmos 119:11 - Referencia Cruzada

Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones. (Colosenses 3:16)
Cuando se presentaban Tus palabras, yo las comía; Tus palabras eran para mí el gozo y la alegría de mi corazón, Porque se me llamaba por Tu nombre, Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos. (Jeremías 15:16)
Recibe, te ruego, la instrucción (la ley) de Su boca, Y pon Sus palabras en tu corazón. (Job 22:22)
Mem. ¡Cuánto amo Tu ley! Todo el día es ella mi meditación. (Salmos 119:97)
Pero María atesoraba todas estas cosas, reflexionando sobre ellas en su corazón. (Lucas 2:19)
Sino que en la ley del SEÑOR está su deleite, Y en Su ley medita de día y de noche! (Salmos 1:2)
La ley de su Dios está en su corazón; No vacilan sus pasos. (Salmos 37:31)
Me deleito en hacer Tu voluntad, Dios mío; Tu ley está dentro de mi corazón." (Salmos 40:8)
Porque la sabiduría entrará en tu corazón, Y el conocimiento será grato a tu alma; (Proverbios 2:10)
Hijo mío, si recibes mis palabras Y atesoras mis mandamientos dentro de ti, (Proverbios 2:1)
Escúchenme, ustedes que conocen la justicia, Pueblo en cuyo corazón está Mi ley. No teman el oprobio del hombre, Ni se desalienten a causa de sus ultrajes. (Isaías 51:7)
Descendió con sus padres y vino a Nazaret, y continuó sujeto a ellos. Y Su madre atesoraba todas estas cosas (las palabras) en su corazón. (Lucas 2:51)
Guarda también a Tu siervo de pecados de soberbia; Que no se enseñoreen de mí. Entonces seré íntegro, Y seré absuelto de gran transgresión. (Salmos 19:13)