Nueva Biblia Latinoamericana
Tuyo soy, Señor, sálvame, Pues Tus preceptos he buscado. (Salmos 119:94)
Los impíos me esperan para destruirme; Tus testimonios consideraré. (Salmos 119:95)
He visto un límite a toda perfección; Tu mandamiento es sumamente amplio. (Salmos 119:96)
Mem. ¡Cuánto amo Tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
Tus mandamientos me hacen más sabio que mis enemigos, Porque son míos para siempre. (Salmos 119:98)
Tengo más discernimiento que todos mis maestros, Porque Tus testimonios son mi meditación. (Salmos 119:99)
Entiendo más que los ancianos, Porque Tus preceptos he guardado. (Salmos 119:100)

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Salmos 119:97 - Referencia Cruzada

Este Libro de la Ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito. (Josué 1:8)
Levantaré mis manos a Tus mandamientos, Los cuales amo, Y meditaré en Tus estatutos. (Salmos 119:48)
Porque la sabiduría entrará en tu corazón, Y el conocimiento será grato a tu alma; (Proverbios 2:10)
Sámec. Aborrezco a los hipócritas, Pero amo Tu ley. (Salmos 119:113)
Mi alma guarda Tus testimonios, Y en gran manera los amo. (Salmos 119:167)
Por tanto, amo Tus mandamientos Más que el oro, sí, más que el oro fino. (Salmos 119:127)
Estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón. (Deuteronomio 6:6)
Mira cuánto amo Tus preceptos; Vivifícame, SEÑOR, conforme a Tu misericordia. (Salmos 119:159)
La tendrá consigo y la leerá todos los días de su vida, para que aprenda a temer al SEÑOR su Dios, observando cuidadosamente todas las palabras de esta ley y estos estatutos, (Deuteronomio 17:19)
Mucha paz tienen los que aman Tu ley, Y nada los hace tropezar. (Salmos 119:165)
Sino que en la ley del SEÑOR está su deleite, Y en Su ley medita de día y de noche! (Salmos 1:2)
El que vive aislado busca su propio deseo, Contra todo consejo se encoleriza. (Proverbios 18:1)