Nueva Biblia Latinoamericana
Tampoco buscamos gloria de los hombres, ni de ustedes ni de otros, aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido imponer nuestra autoridad. (1 Tesalonicenses 2:6)
Más bien demostramos ser benignos entre ustedes, como una madre que cría con ternura a sus propios hijos. (1 Tesalonicenses 2:7)
Teniendo así un gran afecto por ustedes, nos hemos complacido en impartirles no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, pues llegaron a ser muy amados para nosotros. (1 Tesalonicenses 2:8)
Porque recuerdan, hermanos, nuestros trabajos y fatigas, cómo, trabajando de día y de noche para no ser carga a ninguno de ustedes, les proclamamos el evangelio de Dios.
Ustedes son testigos, y también Dios, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos (nos hicimos) con ustedes los creyentes. (1 Tesalonicenses 2:10)
Saben además de qué manera los exhortábamos, alentábamos e implorábamos (testificábamos) a cada uno de ustedes, como un padre lo haría con sus propios hijos, (1 Tesalonicenses 2:11)
para que anduvieran como es digno del Dios que los ha llamado a Su reino y a Su gloria. (1 Tesalonicenses 2:12)

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1 Tesalonicenses 2:9 - Referencia Cruzada

Pero los gobernadores anteriores que me precedieron gravaban al pueblo y tomaban de ellos cuarenta siclos (456 gramos) de plata además del pan y del vino; también sus sirvientes oprimían al pueblo. Pero yo no hice así, a causa del temor de Dios. (Nehemías 5:15)
¿O acaso sólo Bernabé y yo no tenemos el derecho a no trabajar? (1 Corintios 9:6)
Porque por esto trabajamos y nos esforzamos, porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios vivo, que es el Salvador de todos los hombres, especialmente de los creyentes. (1 Timoteo 4:10)
Lo que se preparaba para cada día era un buey y seis ovejas escogidas, también eran preparadas aves para mí; cada diez días se proveía en abundancia toda clase de vino. Y con todo esto, no reclamé el pan del gobernador, porque la servidumbre era pesada sobre este pueblo. (Nehemías 5:18)
Pues ¿en qué fueron tratados como inferiores a las demás iglesias, excepto en que yo mismo no fui una carga para ustedes? ¡Perdónenme este agravio! (2 Corintios 12:13)
Pues ustedes mismos saben cómo deben seguir nuestro ejemplo (cómo imitarnos), porque no obramos de manera indisciplinada entre ustedes, (2 Tesalonicenses 3:7)
Porque aun a Tesalónica enviaron dádivas más de una vez para mis necesidades. (Filipenses 4:16)
teniendo presente sin cesar delante de nuestro Dios y Padre su obra de fe, su trabajo de amor y la firmeza (perseverancia) de su esperanza en nuestro Señor Jesucristo. (1 Tesalonicenses 1:3)
sino que después de haber sufrido y sido maltratados en Filipos, como saben, tuvimos el valor, confiados en nuestro Dios, de hablarles el evangelio (las buenas nuevas) de Dios en medio de mucha oposición (de mucho conflicto). (1 Tesalonicenses 2:2)
Nos agotamos trabajando con nuestras propias manos. Cuando nos ultrajan (insultan), bendecimos. Cuando somos perseguidos, lo soportamos. (1 Corintios 4:12)
Por tanto, estén alerta, recordando que por tres años, de noche y de día, no cesé de amonestar a cada uno con lágrimas. (Hechos 20:31)
Ustedes saben que estas manos me sirvieron para mis propias necesidades y las de los que estaban conmigo. (Hechos 20:34)
con el poder de señales (milagros) y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios, De manera que desde Jerusalén (Ciudad de Paz) y por los alrededores hasta el Ilírico he predicado en toda su plenitud el evangelio de Cristo. (Romanos 15:19)
Pablo, siervo de Cristo Jesús (el Mesías Redentor), llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio (las buenas nuevas) de Dios, (Romanos 1:1)
en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos, (2 Corintios 6:5)
Tampoco buscamos gloria de los hombres, ni de ustedes ni de otros, aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido imponer nuestra autoridad. (1 Tesalonicenses 2:6)
según el glorioso evangelio del Dios bendito, que me ha sido encomendado. (1 Timoteo 1:11)
y después de viuda, hasta los ochenta y cuatro años. Nunca se alejaba del templo, sirviendo noche y día con ayunos y oraciones. (Lucas 2:37)
Sin embargo la que en verdad es viuda y se ha quedado sola, tiene puesta su esperanza en Dios y continúa en súplicas y oraciones noche y día. (1 Timoteo 5:5)
para ser ministro de Cristo Jesús a los Gentiles, ministrando a manera de sacerdote el evangelio de Dios, a fin de que la ofrenda que hago de los Gentiles sea aceptable, santificada por el Espíritu Santo. (Romanos 15:16)
Pero yo de nada de esto me he aprovechado. Y no escribo esto para que así se haga conmigo. Porque mejor me fuera morir, que permitir que alguien me prive de esta gloria. (1 Corintios 9:15)
y como él era del mismo oficio, se quedó con ellos y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas de campaña. (Hechos 18:3)
Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia de Dios. (Hechos 20:24)
Doy gracias a Dios, a quien sirvo con limpia conciencia como lo hicieron mis antepasados, de que sin cesar, noche y día, me acuerdo de ti en mis oraciones, (2 Timoteo 1:3)
Cántico. Salmo de los hijos de Coré. Para el director del coro; sobre Mahalat Leannot. Masquil de Hemán el Ezraíta. Oh SEÑOR, Dios de mi salvación, De día y de noche he clamado delante de Ti. (Salmos 88:1)
Cuando estaba con ustedes y tuve necesidad, a nadie fui carga; porque cuando los hermanos llegaron de Macedonia, suplieron plenamente mi necesidad, y en todo me guardé, y me guardaré, de serles carga. (2 Corintios 11:9)
Porque día y noche Tu mano pesaba sobre mí; Mi vitalidad se desvanecía con el calor del verano. (Selah) (Salmos 32:4)
Quién me diera que mi cabeza se hiciera agua, Y mis ojos fuente de lágrimas, Para que yo llorara día y noche Por los muertos de la hija de mi pueblo. (Jeremías 9:1)
¿Y no hará Dios justicia a Sus escogidos, que claman a El día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles? (Lucas 18:7)
¿Cuál es, entonces, mi recompensa? Que al predicar el evangelio (anunciar las buenas nuevas), pueda ofrecerlo gratuitamente sin hacer pleno uso de mi derecho como predicador del evangelio. (1 Corintios 9:18)
según oramos intensamente de noche y de día que podamos ver el rostro de ustedes y que completemos lo que falta a su fe? (1 Tesalonicenses 3:10)