Nueva Biblia Latinoamericana
Mejor es lo que ven los ojos que lo que el alma desea. También esto es vanidad y correr tras el viento. (Eclesiastés 6:9)
A lo que existe, ya se le ha dado nombre, Y se sabe lo que es un hombre: No puede luchar con el que es más fuerte que él. (Eclesiastés 6:10)
Cuando hay muchas palabras, aumenta la vanidad. ¿Cuál es entonces la ventaja para el hombre? (Eclesiastés 6:11)
Porque, ¿quién sabe lo que es bueno para el hombre durante su vida, en los contados días de su vana vida? Los pasará como una sombra. Pues, ¿quién hará saber al hombre lo que sucederá después de él bajo el sol?
Mejor es el buen nombre que el buen ungüento, Y el día de la muerte que el día del nacimiento. (Eclesiastés 7:1)
Mejor es ir a una casa de luto Que ir a una casa de banquete, Porque aquello (la muerte) es el fin de todo hombre, Y al que vive lo hará reflexionar en su corazón. (Eclesiastés 7:2)
Mejor es la tristeza que la risa, Porque cuando el rostro está triste el corazón puede estar contento. (Eclesiastés 7:3)

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Eclesiastés 6:12 - Referencia Cruzada

El nos escoge nuestra heredad, La gloria de Jacob a quien El ama. (Selah) (Salmos 47:4)
Sin embargo, ustedes no saben cómo será su vida mañana. Sólo son un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece. (Santiago 4:14)
En verdad, su amor, su odio y su celo ya han perecido, Y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace bajo el sol. (Eclesiastés 9:6)
Porque somos extranjeros y peregrinos delante de Ti, como lo fueron todos nuestros padres; como una sombra son nuestros días sobre la tierra, y no hay esperanza. (1 Crónicas 29:15)
Porque nosotros somos de ayer y nada sabemos, Pues nuestros días sobre la tierra son como una sombra. (Job 8:9)
Recuerda cuán breve es mi vida; ¡Con qué propósito vano has creado a todos los hijos de los hombres! (Salmos 89:47)
El SEÑOR es mi porción," dice mi alma, "por tanto en El espero." (Lamentaciones 3:24)
El SEÑOR es la porción de mi herencia y de mi copa; Tú sustentas mi suerte. (Salmos 16:5)
Mis días son como sombra que se alarga; Y yo me seco como la hierba. (Salmos 102:11)
Tú has hecho mis días muy breves, Y mi existencia es como nada delante de Ti; Ciertamente todo hombre, aun en la plenitud de su vigor, es sólo un soplo. (Selah) (Salmos 39:5)
Consideré en mi corazón estimular mi cuerpo con el vino, mientras mi corazón me guiaba con sabiduría, y echar mano de la insensatez, hasta que pudiera ver qué hay de bueno bajo el cielo que los hijos de los hombres hacen en los contados días de su vida. (Eclesiastés 2:3)
Como una flor brota y se marchita, Y como una sombra huye y no permanece. (Job 14:2)
Muchos dicen: "¿Quién nos mostrará el bien?" ¡Alza, oh SEÑOR, sobre nosotros la luz de Tu rostro! (Salmos 4:6)
Si nadie sabe qué sucederá, ¿Quién le anunciará cómo ha de suceder? (Eclesiastés 8:7)
Alcanzan honra sus hijos, pero él no lo sabe; O son humillados, pero él no lo percibe. (Job 14:21)
En cuanto a mí, en justicia contemplaré Tu rostro; Al despertar, me saciaré cuando contemple Tu semblante. (Salmos 17:15)
Voy pasando como sombra que se alarga; Soy sacudido como la langosta. (Salmos 109:23)
Los días de nuestra vida llegan a setenta años; Y en caso de mayor vigor, a ochenta años. Con todo, su orgullo es sólo trabajo y pesar, Porque pronto pasa, y volamos. (Salmos 90:10)
Pero no le irá bien al impío, ni alargará sus días como una sombra, porque no teme ante la presencia de Dios. (Eclesiastés 8:13)
El te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que demanda el SEÑOR de ti, Sino sólo practicar la justicia (el derecho), amar la misericordia (lealtad), Y andar humildemente con tu Dios? (Miqueas 6:8)
La conclusión, cuando todo se ha oído, es ésta: Teme a Dios y guarda Sus mandamientos, Porque esto concierne a toda persona. (Eclesiastés 12:13)
El hombre es semejante a un soplo; Sus días son como una sombra que pasa. (Salmos 144:4)
He visto que no hay nada mejor para el hombre que gozarse en sus obras, porque ésa es su suerte. Porque ¿quién le hará ver lo que ha de suceder después de él? (Eclesiastés 3:22)