Nueva Biblia Latinoamericana
El rey de Israel se fue a su casa disgustado y molesto, y entró en Samaria. (1 Reyes 20:43)
Después de estas cosas aconteció que Nabot de Jezreel tenía una viña que estaba en Jezreel, junto al palacio de Acab, rey de Samaria, (1 Reyes 21:1)
y Acab le dijo a Nabot: "Dame tu viña para que me sirva de huerta para hortaliza porque está cerca, al lado de mi casa, y en su lugar yo te daré una viña mejor; si prefieres, te daré su precio en dinero." (1 Reyes 21:2)
Pero Nabot le dijo a Acab: "No permita el SEÑOR que le dé la herencia de mis padres."
Acab entonces se fue a su casa disgustado y molesto a causa de la palabra que Nabot de Jezreel le había dicho; pues dijo: "No le daré la herencia de mis padres." Acab se acostó en su cama, volvió su rostro y no comió. (1 Reyes 21:4)
Pero Jezabel su mujer se acercó a él, y le preguntó: "¿Por qué está tu espíritu tan decaído que no comes?" (1 Reyes 21:5)
Entonces Acab le respondió: "Porque le hablé a Nabot de Jezreel, y le dije: 'Dame tu viña por dinero; o, si prefieres, te daré una viña en su lugar.' Pero él dijo: 'No te daré mi viña.'" (1 Reyes 21:6)

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1 Reyes 21:3 - Referencia Cruzada

Pero David dijo a Abisai: "No lo mates, pues, ¿quién puede extender su mano contra el ungido del SEÑOR y quedar sin castigo?" (1 Samuel 26:9)
Y el pueblo respondió: "Lejos esté de nosotros abandonar al SEÑOR para servir a otros dioses. (Josué 24:16)
¿Entonces lo que es bueno vino a ser causa de muerte para mí? ¡De ningún modo! Al contrario, fue el pecado, a fin de mostrarse que es pecado al producir mi muerte por medio de lo que es bueno, para que por medio del mandamiento el pecado llegue a ser en extremo pecaminoso. (Romanos 7:13)
Y dijo a sus hombres: "El SEÑOR me guarde de hacer tal cosa contra mi rey, el ungido del SEÑOR, de extender contra él mi mano, porque es el ungido del SEÑOR." (1 Samuel 24:6)
¿Qué diremos entonces? ¿Es pecado la Ley? ¡De ningún modo! Al contrario, yo no hubiera llegado a conocer el pecado si no hubiera sido por medio de la Ley. Porque yo no hubiera sabido lo que es la codicia, si la Ley no hubiera dicho: "NO CODICIARAS." (Romanos 7:7)
¡De ningún modo! Pues de otra manera, ¿cómo juzgaría Dios al mundo? (Romanos 3:6)
Lejos esté de nosotros que nos rebelemos contra el SEÑOR y nos apartemos de seguir hoy al SEÑOR, construyendo un altar para holocaustos, para ofrenda de cereal o para sacrificios, aparte del altar del SEÑOR nuestro Dios que está frente a Su tabernáculo (Su morada)." (Josué 22:29)
Además, la tierra no se venderá en forma permanente, pues la tierra es Mía; porque ustedes son sólo extranjeros y peregrinos para conmigo. (Levítico 25:23)
¡De ningún modo! Antes bien, sea hallado Dios veraz, aunque todo hombre sea hallado mentiroso; como está escrito: "PARA QUE SEAS JUSTIFICADO EN TUS PALABRAS, Y VENZAS CUANDO SEAS JUZGADO." (Romanos 3:4)
¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ningún modo! (Romanos 6:15)
Pero jamás acontezca que yo me gloríe, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo. (Gálatas 6:14)
Y en cuanto a mí, lejos esté de mí que peque contra el SEÑOR cesando de orar por ustedes, antes bien, les instruiré en el camino bueno y recto. (1 Samuel 12:23)
El príncipe no tomará nada de la heredad del pueblo, despojándolos de su posesión; dará heredad a sus hijos de su propia posesión, para que ninguno de Mi pueblo sea echado de su posesión."'" (Ezequiel 46:18)
Pero José respondió: "Lejos esté de mí hacer eso. El hombre en cuyo poder ha sido encontrada la copa será mi esclavo. Pero ustedes, suban en paz a su padre." (Génesis 44:17)
y dijo: "Lejos esté de mí que haga tal cosa delante de mi Dios. ¿Beberé la sangre de estos hombres que fueron con riesgo de sus vidas? Porque con riesgo de sus vidas la trajeron." Por eso no quiso beberla. Estas cosas hicieron los tres valientes. (1 Crónicas 11:19)
¿Anulamos entonces la Ley por medio de la fe? ¡De ningún modo! Al contrario, confirmamos la Ley. (Romanos 3:31)
Lejos esté de mí que les dé la razón a ustedes; Hasta que muera, no abandonaré mi integridad. (Job 27:5)
Y ellos le dijeron: "¿Por qué habla mi señor de esta manera? Lejos esté de sus siervos hacer tal cosa. (Génesis 44:7)
¡De ningún modo! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? (Romanos 6:2)
¿No saben que sus cuerpos son miembros de Cristo (el Mesías)? ¿Tomaré, acaso, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? ¡De ningún modo! (1 Corintios 6:15)
Así, ninguna heredad de los Israelitas será traspasada de tribu a tribu, pues los Israelitas retendrán cada uno la heredad de la tribu de sus padres. (Números 36:7)