Nueva Biblia Latinoamericana
Por tanto, hermanos míos, también a ustedes se les hizo morir a la Ley por medio del cuerpo de Cristo, para que sean unidos a otro, a Aquél que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios. (Romanos 7:4)
Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas despertadas por la Ley, actuaban en los miembros de nuestro cuerpo a fin de llevar fruto para muerte. (Romanos 7:5)
Pero ahora hemos quedado libres de la Ley, habiendo muerto a lo que nos ataba, de modo que sirvamos en la novedad del Espíritu y no en el arcaísmo de la letra. (Romanos 7:6)
¿Qué diremos entonces? ¿Es pecado la Ley? ¡De ningún modo! Al contrario, yo no hubiera llegado a conocer el pecado si no hubiera sido por medio de la Ley. Porque yo no hubiera sabido lo que es la codicia, si la Ley no hubiera dicho: "NO CODICIARAS."
Pero el pecado, aprovechándose del mandamiento, produjo en mí toda clase de codicia. Porque aparte de la Ley el pecado está muerto. (Romanos 7:8)
En un tiempo yo vivía sin la Ley, pero al venir el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí; (Romanos 7:9)
y este mandamiento, que era para vida, a mí me resultó para muerte; (Romanos 7:10)

Otras publicaciones relacionadas con "Romanos 7:7":

Dr. Roberto Miranda
El pecado no tendrá dominio sobre nosotros
El artículo del Dr. Roberto Miranda habla sobre cómo no permitir que el pecado tenga dominio sobre nosotros y vivir en la libertad que Cristo nos ha dado.


Dr. Roberto Miranda
Fruto para muerte
En Romanos 7, el Apóstol Pablo habla sobre la ley y el pecado, la liberación de la ley en Cristo y la vida cristiana. La muerte en Cristo libera al creyente de la atadura de la ley y la religión, y la vida en Cristo es una vida en la que Dios ha liberado al hombre para vivir en santidad.


Dr. Roberto Miranda
Libertados del pecado para servir a la justicia
El apóstol Pablo habla sobre la libertad del pecado y la importancia de vivir una vida santa para servir a la justicia divina.


Faustino de Jesús Zamora Vargas
Muertos al pecado, vivos para Dios en Cristo
En este artículo, el autor explica cómo la Biblia enseña que el pecado lleva a la muerte y nos separa de Dios, pero que hay una solución celestial para obtener perdón y salvación a través de Cristo. También se discute la importancia de luchar contra la tentación, la confesión y el arrepentimiento para poder restaurar la comunión con Dios después del pecado.


Dr. Roberto Miranda
Nuestra vieja naturaleza esta crucificada juntamente con Cristo
En este artículo, el Dr. Roberto Miranda explora cómo morir a nuestra naturaleza pecaminosa y vivir una vida de justicia y santidad en Cristo es fundamental para la vida cristiana. Se basa en Romanos 6:6 y 12:1 para explicar cómo nuestra vieja naturaleza está crucificada junto con Cristo y cómo el bautismo simboliza nuestra muerte al mundo y al pecado, y nuestra resurrección a una vida nueva en santidad.


Romanos 7:7 - Referencia Cruzada

He visto un límite a toda perfección; Tu mandamiento es sumamente amplio. (Salmos 119:96)
Porque la Ley produce ira, pero donde no hay ley, tampoco hay transgresión. (Romanos 4:15)
Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas despertadas por la Ley, actuaban en los miembros de nuestro cuerpo a fin de llevar fruto para muerte. (Romanos 7:5)
El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley; (1 Corintios 15:56)
La ley del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma; El testimonio del SEÑOR es seguro, que hace sabio al sencillo. (Salmos 19:7)
Al atardecer David se levantó de su lecho y se paseaba por el terrado de la casa del rey, y desde el terrado vio a una mujer que se estaba bañando; y la mujer era de aspecto muy hermoso. (2 Samuel 11:2)
Pero Yo les digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón. (Mateo 5:28)
porque el pecado, aprovechándose del mandamiento, me engañó, y por medio de él me mató. (Romanos 7:11)
Cuando vi entre el botín un hermoso manto de Sinar y 200 siclos (2.28 kilos) de plata y una barra de oro de cincuenta siclos de peso, los codicié y los tomé; todo eso está escondido en la tierra dentro de mi tienda con la plata debajo." (Josué 7:21)
Después de estas cosas aconteció que Nabot de Jezreel tenía una viña que estaba en Jezreel, junto al palacio de Acab, rey de Samaria, (1 Reyes 21:1)
¿Entonces lo que es bueno vino a ser causa de muerte para mí? ¡De ningún modo! Al contrario, fue el pecado, a fin de mostrarse que es pecado al producir mi muerte por medio de lo que es bueno, para que por medio del mandamiento el pecado llegue a ser en extremo pecaminoso. (Romanos 7:13)
¿Qué diremos, entonces, que halló Abraham, nuestro padre (antepasado) según la carne? (Romanos 4:1)
Por tanto, consideren los miembros de su cuerpo terrenal como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es idolatría. (Colosenses 3:5)
No codiciarás la mujer de tu prójimo, y no desearás la casa de tu prójimo, ni su campo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.' (Deuteronomio 5:21)
Pero si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Acaso es injusto el Dios que expresa Su ira? Hablo en términos humanos. (Romanos 3:5)
Pero el pecado, aprovechándose del mandamiento, produjo en mí toda clase de codicia. Porque aparte de la Ley el pecado está muerto. (Romanos 7:8)
No codiciarás la casa de tu prójimo. No codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo." (Éxodo 20:17)
Pero que la inmoralidad, y toda impureza o avaricia, ni siquiera se mencionen entre ustedes, como corresponde a los santos. (Efesios 5:3)
Cuando la mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y que el árbol era deseable para alcanzar sabiduría, tomó de su fruto y comió. También dio a su marido que estaba con ella, y él comió. (Génesis 3:6)
No amen al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él. (1 Juan 2:15)
Porque esto: "NO COMETERAS ADULTERIO, NO MATARAS, NO HURTARAS, NO CODICIARAS," y cualquier otro mandamiento, en estas palabras se resume: "AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO." (Romanos 13:9)
Codician campos y se apoderan de ellos , Codician casas, y las toman. Roban al dueño y a su casa, Al hombre y a su heredad. (Miqueas 2:2)
¿Entonces qué? ¿Pecaremos porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? ¡De ningún modo! (Romanos 6:15)
no en pasión degradante, como los Gentiles (paganos) que no conocen a Dios. (1 Tesalonicenses 4:5)
También les dijo: "Estén atentos y cuídense de toda forma de avaricia; porque aun cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus bienes." (Lucas 12:15)
Ni la plata, ni el oro, ni la ropa de nadie he codiciado. (Hechos 20:33)
Porque por las obras de la Ley ningún ser humano será justificado delante de El; pues por medio de la Ley viene el conocimiento del pecado. (Romanos 3:20)