Y Samuel dijo al pueblo: "No teman; aunque ustedes han hecho todo este mal, no se aparten de seguir al SEÑOR, sino sirvan al SEÑOR con todo su corazón.
(1 Samuel 12:20)
No se deben apartar, porque entonces irían tras vanidades que ni ayudan ni libran, pues son vanidades.
(1 Samuel 12:21)
Porque el SEÑOR, a causa de Su gran nombre, no desamparará a Su pueblo, pues el SEÑOR se ha complacido en hacerlos pueblo Suyo.
(1 Samuel 12:22)
Y en cuanto a mí, lejos esté de mí que peque contra el SEÑOR cesando de orar por ustedes, antes bien, les instruiré en el camino bueno y recto.
Solamente teman al SEÑOR y sírvanle en verdad con todo su corazón; pues han visto cuán grandes cosas ha hecho por ustedes.
(1 Samuel 12:24)
Pero si perseveran en hacer mal, ustedes y su rey perecerán."
(1 Samuel 12:25)
Saúl tenía treinta años cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta y dos años sobre Israel.
(1 Samuel 13:1)
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1 Samuel 12:23 - Referencia Cruzada
A El nosotros proclamamos (anunciamos), amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo.
(Colosenses 1:28)
Así dice el SEÑOR: "Párense en los caminos y miren, Y pregunten por los senderos antiguos, Cuál es el buen camino, y anden por él; Y hallarán descanso para sus almas. Pero dijeron: 'No andaremos en él.'
(Jeremías 6:16)
Por el camino de la sabiduría te he conducido, Por sendas de rectitud te he guiado.
(Proverbios 4:11)
Así pues, Pedro era custodiado en la cárcel, pero la iglesia hacía oración ferviente a Dios por él.
(Hechos 12:5)
escucha Tú desde los cielos y perdona el pecado de Tus siervos y de Tu pueblo Israel; sí, enséñales el buen camino por el que deben andar, y envía lluvia sobre Tu tierra, la que diste a Tu pueblo por heredad.
(2 Crónicas 6:27)
Bien saben cómo no rehuí declararles a ustedes nada que fuera útil, y de enseñarles públicamente y de casa en casa,
(Hechos 20:20)
Doy gracias a Dios, a quien sirvo con limpia conciencia como lo hicieron mis antepasados, de que sin cesar, noche y día, me acuerdo de ti en mis oraciones,
(2 Timoteo 1:3)
Vengan, hijos, escúchenme; Les enseñaré el temor del SEÑOR.
(Salmos 34:11)
Por esta razón, también nosotros, desde el día que lo supimos (lo oímos), no hemos cesado de orar por ustedes, pidiendo que sean llenos del conocimiento de Su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual,
(Colosenses 1:9)
El Predicador trató de encontrar palabras agradables, y de escribir correctamente palabras de verdad.
(Eclesiastés 12:10)
según oramos intensamente de noche y de día que podamos ver el rostro de ustedes y que completemos lo que falta a su fe?
(1 Tesalonicenses 3:10)
escucha Tú desde los cielos y perdona el pecado de Tus siervos y de Tu pueblo Israel; sí, enséñales el buen camino por el que deben andar. Y envía lluvia sobre Tu tierra, la que diste a Tu pueblo por heredad.
(1 Reyes 8:36)
Pues Dios, a quien sirvo en mi espíritu en la predicación del evangelio de Su Hijo, me es testigo de cómo sin cesar hago mención de ustedes
(Romanos 1:9)