Nueva Biblia Latinoamericana
Miren con qué letras tan grandes les escribo de mi propia mano. (Gálatas 6:11)
Los que desean agradar en la carne tratan de obligarlos a que se circunciden, simplemente para no ser perseguidos a causa de la cruz de Cristo. (Gálatas 6:12)
Porque ni aun los mismos que son circuncidados guardan la Ley, pero ellos desean hacerlos circuncidar para gloriarse en la carne de ustedes. (Gálatas 6:13)
Pero jamás acontezca que yo me gloríe, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo.
Porque ni la circuncisión es nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación. (Gálatas 6:15)
Y a los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea sobre ellos y sobre el Israel de Dios. (Gálatas 6:16)
De aquí en adelante nadie me cause molestias, porque yo llevo en mi cuerpo las marcas (cicatrices) de Jesús. (Gálatas 6:17)

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Gálatas 6:14 - Referencia Cruzada

Así que nadie se jacte (se gloríe) en los hombres, porque todo es de ustedes: (1 Corintios 3:21)
No amen al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él. (1 Juan 2:15)
De Mí dirán: 'Sólo en el SEÑOR hay justicia y fuerza.' A El vendrán y serán avergonzados Todos los que contra El se enojaron. (Isaías 45:24)
Porque nada me propuse saber entre ustedes excepto a Jesucristo, y Este crucificado. (1 Corintios 2:2)
Por eso me complazco en las debilidades, en insultos (maltratos), en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo, porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. (2 Corintios 12:10)
Pues el amor de Cristo nos apremia (nos controla), habiendo llegado a esta conclusión: que Uno murió por todos, y por consiguiente, todos murieron. (2 Corintios 5:14)
Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. (Gálatas 2:20)
Porque nosotros somos la verdadera circuncisión, que adoramos en el Espíritu de Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no poniendo la confianza en la carne, (Filipenses 3:3)
Hijo de hombre, dile al príncipe de Tiro: 'Así dice el Señor DIOS: "Aun cuando tu corazón se ha enaltecido Y has dicho: 'Soy un dios, Sentado estoy en el trono de los dioses, En el corazón de los mares,' No eres más que un hombre y no dios, Aunque hayas puesto tu corazón como el corazón de un dios. (Ezequiel 28:2)
De los que confían en sus bienes Y se jactan de la abundancia de sus riquezas? (Salmos 49:6)
Pues los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. (Gálatas 5:24)
para que nadie se jacte delante de Dios. (1 Corintios 1:29)
Así dice el SEÑOR: "No se gloríe el sabio de su sabiduría, Ni se gloríe el poderoso de su poder, Ni el rico se gloríe de su riqueza; (Jeremías 9:23)
el rey reflexionó, y dijo: "¿No es ésta la gran Babilonia que yo he edificado como residencia real con la fuerza de mi poder y para gloria de mi majestad?" (Daniel 4:30)
Si ustedes, pues, han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. (Colosenses 3:1)
que El mismo se dio por nuestros pecados para librarnos (rescatarnos) de este presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre, (Gálatas 1:4)
Pero todo lo que para mí era ganancia, lo he estimado como pérdida por amor de Cristo. (Filipenses 3:7)
Y Joás, rey de Israel, envió mensaje a Amasías, rey de Judá, diciéndole: "El cardo que estaba en el Líbano envió a decir al cedro que estaba en el Líbano: 'Da tu hija por mujer a mi hijo.' Pero pasó una fiera que estaba en el Líbano, y pisoteó el cardo. (2 Reyes 14:9)
Si he puesto en el oro mi confianza, Y he dicho al oro fino: 'Tú eres mi seguridad;' (Job 31:24)
Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree, del Judío primeramente y también del Griego. (Romanos 1:16)
salvo que el Espíritu Santo solemnemente me da testimonio en cada ciudad, diciendo que me esperan cadenas y aflicciones. (Hechos 20:23)
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¡De ningún modo! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? (Romanos 6:2)
¡De ningún modo! Antes bien, sea hallado Dios veraz, aunque todo hombre sea hallado mentiroso; como está escrito: "PARA QUE SEAS JUSTIFICADO EN TUS PALABRAS, Y VENZAS CUANDO SEAS JUZGADO." (Romanos 3:4)
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo. Y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe. (1 Juan 5:4)
Sabemos esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Cristo , para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; (Romanos 6:6)
pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, piedra de tropiezo para los Judíos, y necedad para los Gentiles. (1 Corintios 1:23)