Regocijaos en el Señor siempre

(Audio: Español)

RESUMEN: En este sermón, el predicador invita a reflexionar sobre el pasaje de Filipenses 4:4-7, en el que el Apóstol Pablo exhorta a regocijarse en el Señor siempre, ser gentil y no estar ansiosos por nada. A pesar de que Pablo escribió estas palabras desde una cárcel romana y experimentó muchas situaciones difíciles en su vida, siempre mantuvo su fe en el Señor y su capacidad de regocijarse en Él. El predicador destaca la importancia de mantener una actitud positiva y gentil en medio de las pruebas y tribulaciones, y recuerda que el Señor está cerca y siempre presente en nuestras vidas.

El Señor está cerca de nosotros, tanto en el sentido de que su venida está próxima como en el sentido de que siempre está con nosotros. Debemos confiar en él y no permitir que la ansiedad nos debilite y nos paralice. Debemos creer que Dios tiene una solución para toda situación y que todas las cosas ayudan para bien a los que aman a Dios. Debemos vivir en la conciencia de que somos habitantes de la eternidad y que hay otros mundos y dimensiones más allá de esta vida.

En momentos de crisis, es importante recordar que somos habitantes de la eternidad y que Dios tiene un propósito mayor para nosotros. Si Dios nos quita algo, es porque tiene algo mejor en mente para nosotros. Debemos ajustarnos y confiar en que Dios está trabajando en nuestra vida. El dolor puede ser una herramienta poderosa para hacernos más fuertes y profundizar nuestra fe. Debemos humillarnos ante la poderosa mano de Dios y confiar en que Él nos exaltará en el momento adecuado. La oración es una herramienta poderosa en momentos de crisis y debemos echar nuestras cargas sobre el Señor. Debemos disfrutar de la vida y recordar que Dios está con nosotros en todo momento.

Dios está cerca de nosotros y debemos orar para liberarnos de las dolencias de la vida. Debemos glorificar su nombre y pedir por más bendiciones para nuestra iglesia. Que Dios nos dé esperanza para el camino.

Vamos a la palabra del Señor, vamos al Libro de Filipenses, la carta a los Filipenses. Yo quiero tomar un pequeño paréntesis antes de comenzar nuestra o re comenzar nuestra serie sobre el Espíritu Santo y sobre los dones, para invitarlos a meditar conmigo sobre este pasaje tan profundo de la Escritura.

Dice la palabra del Señor, en el versículo 4, “.... Regocijaos en el Señor siempre, otra vez digo, regocijaos, vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego con acción de gracias. Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús...”