Nueva Biblia Latinoamericana
Mis ojos fluyen sin cesar, Ya que no hay descanso (Lamentaciones 3:49)
Hasta que el SEÑOR mire Y vea desde los cielos. (Lamentaciones 3:50)
Mis ojos traen dolor a mi alma Por todas las hijas de mi ciudad. (Lamentaciones 3:51)
Mis enemigos, sin haber causa, Constantemente me han dado caza como a un ave.
Silenciaron mi vida en la fosa, Pusieron piedra sobre mí. (Lamentaciones 3:53)
Cubrieron las aguas mi cabeza, Dije: "¡Estoy perdido!" (Lamentaciones 3:54)
Invoqué Tu nombre, oh SEÑOR, Desde la fosa más profunda. (Lamentaciones 3:55)

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Lamentaciones 3:52 - Referencia Cruzada

Entonces los oficiales se enojaron contra Jeremías y lo azotaron, y lo encarcelaron en la casa del escriba Jonatán, la cual habían convertido en prisión. (Jeremías 37:15)
Dijo también Jeremías al rey Sedequías: "¿En qué he pecado contra usted, o contra sus siervos, o contra este pueblo para que me haya puesto en prisión? (Jeremías 37:18)
Le ruego que perdone la ofensa de su sierva, porque el SEÑOR ciertamente establecerá una casa duradera para mi señor, pues mi señor pelea las batallas del SEÑOR, y el mal no se hallará en usted en todos sus días. (1 Samuel 25:28)
Para el director del coro. Salmo de David. En el SEÑOR me refugio; ¿Cómo es que ustedes le dicen a mi alma: "Huye como ave al monte? (Salmos 11:1)
Pero ellos han hecho esto para que se cumpla la palabra que está escrita en su Ley: 'ME ODIARON SIN CAUSA.' (Juan 15:25)
Porque sin causa me tendieron su red; Sin causa cavaron fosa para mi alma. (Salmos 35:7)
Sin. Príncipes me persiguen sin causa, Pero mi corazón teme Tus palabras. (Salmos 119:161)
No permitas que se regocijen a costa mía los que injustamente son mis enemigos, Ni que guiñen el ojo con malicia los que sin causa me aborrecen. (Salmos 35:19)
También dijo: "¿Por qué persigue mi señor a su siervo? ¿Pues qué he hecho? ¿Qué maldad hay en mi mano? (1 Samuel 26:18)
Me han rodeado también con palabras de odio, Y sin causa han luchado contra mí. (Salmos 109:3)
Hoy han visto sus ojos que el SEÑOR lo ha puesto en mis manos en la cueva en este día; y algunos me dijeron que lo matara, pero mis ojos tuvieron piedad de usted, y dije: 'No extenderé mi mano contra mi rey, porque es el ungido del SEÑOR.' (1 Samuel 24:10)
Más que los cabellos de mi cabeza son los que sin causa me aborrecen; Poderosos son los que quieren destruirme, Sin razón son mis enemigos, Me hacen devolver aquello que no robé. (Salmos 69:4)
Entonces dijeron los oficiales al rey: "Den muerte ahora a este hombre, porque él desanima a los hombres de guerra que quedan en esta ciudad y a todo el pueblo diciéndoles tales palabras. Este hombre no busca el bien de este pueblo, sino el mal." (Jeremías 38:4)