Nueva Biblia Latinoamericana
Mis ojos traen dolor a mi alma Por todas las hijas de mi ciudad. (Lamentaciones 3:51)
Mis enemigos, sin haber causa, Constantemente me han dado caza como a un ave. (Lamentaciones 3:52)
Silenciaron mi vida en la fosa, Pusieron piedra sobre mí. (Lamentaciones 3:53)
Cubrieron las aguas mi cabeza, Dije: "¡Estoy perdido!"
Invoqué Tu nombre, oh SEÑOR, Desde la fosa más profunda. (Lamentaciones 3:55)
Tú oíste mi voz: "No escondas Tu oído a mi clamor, a mi grito de auxilio." (Lamentaciones 3:56)
Te acercaste el día que Te invoqué, Dijiste: "¡No temas!" (Lamentaciones 3:57)

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Lamentaciones 3:54 - Referencia Cruzada

Y yo alarmado, decía: "¡Cortado soy de delante de Tus ojos!" Sin embargo Tú oíste la voz de mis súplicas Cuando a Ti clamaba. (Salmos 31:22)
Para el director del coro; según "Los Lirios." Salmo de David. Sálvame, oh Dios, Porque las aguas me han llegado hasta el alma. (Salmos 69:1)
Yo dije: "A la mitad de mis días He de entrar por las puertas del Seol (región de los muertos); Se me priva del resto de mis años." (Isaías 38:10)
Porque no queremos que ignoren, hermanos, acerca de nuestra aflicción sufrida en Asia (provincia occidental de Asia Menor). Porque fuimos abrumados sobremanera, más allá de nuestras fuerzas, de modo que hasta perdimos la esperanza de salir con vida. (2 Corintios 1:8)
Entonces las aguas nos hubieran cubierto, Un torrente hubiera pasado sobre nuestra alma, (Salmos 124:4)
Mis días han pasado, se deshicieron mis planes, Los deseos de mi corazón. (Job 17:11)
No me cubra la corriente de las aguas, Ni me trague el abismo, Ni el pozo cierre sobre mí su boca. (Salmos 69:15)
Pues me habías echado a lo profundo, En el corazón de los mares, Y la corriente me envolvió; Todas tus encrespadas olas y tus ondas pasaron sobre mí. (Jonás 2:3)
Digo, pues: "Se me acabaron las fuerzas, Y mi esperanza que venía del SEÑOR." (Lamentaciones 3:18)
Entonces El me dijo: "Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ellos dicen: 'Nuestros huesos se han secado, y nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente destruidos.' (Ezequiel 37:11)
Los lazos de la muerte me cercaron, Y los torrentes de iniquidad me atemorizaron. (Salmos 18:4)