El SEÑOR es Rey eternamente y para siempre; Las naciones han perecido de Su tierra.
(Salmos 10:16)
Oh SEÑOR, Tú has oído el deseo de los humildes; Tú fortalecerás su corazón e inclinarás Tu oído
(Salmos 10:17)
Para hacer justicia al huérfano y al afligido; Para que no vuelva a causar terror el hombre que es de la tierra.
(Salmos 10:18)
Para el director del coro. Salmo de David. En el SEÑOR me refugio; ¿Cómo es que ustedes le dicen a mi alma: "Huye como ave al monte?
Porque, los impíos tensan el arco, Preparan su flecha sobre la cuerda Para disparar en lo oscuro a los rectos de corazón.
(Salmos 11:2)
Si los fundamentos son destruidos; ¿Qué puede hacer el justo?"
(Salmos 11:3)
El SEÑOR está en Su santo templo, el trono del SEÑOR está en los cielos; Sus ojos contemplan, Sus párpados examinan a los hijos de los hombres.
(Salmos 11:4)
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Salmos 11:1 - Referencia Cruzada
Y Jonatán llamó al muchacho: "Corre, date prisa, no te detengas." Y el muchacho de Jonatán recogió la flecha y volvió a su señor.
(1 Samuel 20:38)
Entonces Asa invocó al SEÑOR su Dios, y dijo: "SEÑOR, no hay nadie más que Tú para ayudar en la batalla entre el poderoso y los que no tienen fuerza. Ayúdanos, oh SEÑOR Dios nuestro, porque en Ti nos apoyamos y en Tu nombre hemos venido contra esta multitud. Oh SEÑOR, Tú eres nuestro Dios; que no prevalezca ningún hombre contra Ti."
(2 Crónicas 14:11)
Mictam de David. Protégeme, oh Dios, pues en Ti me refugio.
(Salmos 16:1)
Y dije: "¡Quién me diera alas como de paloma! Volaría y hallaría reposo.
(Salmos 55:6)
David se levantó y huyó aquel día de Saúl, y fue a donde estaba Aquis, rey de Gat.
(1 Samuel 21:10)
Saúl envió mensajeros a la casa de David para vigilarlo a fin de matarlo por la mañana; pero Mical, mujer de David, le avisó: "Si no pones a salvo tu vida esta noche, mañana te darán muerte."
(1 Samuel 19:11)
En Ti pondrán su confianza los que conocen Tu nombre, Porque Tú, oh SEÑOR, no abandonas a los que Te buscan.
(Salmos 9:10)
David se quedó en el desierto en los refugios, y permaneció en la región montañosa en el desierto de Zif. Saúl lo buscaba todos los días, pero Dios no lo entregó en su mano.
(1 Samuel 23:14)
Entonces David se dijo: "Ahora bien, voy a perecer algún día por la mano de Saúl. Lo mejor para mí es huir a la tierra de los Filisteos. Saúl se cansará, y no me buscará más en todo el territorio de Israel, y escaparé de su mano."
(1 Samuel 27:1)
¿No eran los Etíopes y los Libios un ejército numeroso con muchísimos carros y hombres de a caballo? Sin embargo, porque te apoyaste en el SEÑOR, El los entregó en tu mano.
(2 Crónicas 16:8)
Dios mío, en Ti confío; No sea yo avergonzado, Que no se regocijen sobre mí mis enemigos.
(Salmos 25:2)
Al de firme propósito guardarás en perfecta paz, Porque en Ti confía.
(Isaías 26:3)
De allí David fue a Mizpa de Moab, y dijo al rey de Moab: "Permite que mi padre y mi madre vengan y se queden con ustedes hasta que yo sepa lo que Dios hará por mí."
(1 Samuel 22:3)
Sigaión de David, que cantó al SEÑOR acerca de Cus, el Benjamita. Oh SEÑOR, Dios mío, en Ti me refugio; Sálvame de todo el que me persigue, y líbrame,
(Salmos 7:1)
En ese momento llegaron unos Fariseos y dijeron a Jesús: "Sal y vete de aquí, porque Herodes (Antipas) Te quiere matar."
(Lucas 13:31)
Pero yo, oh SEÑOR, en Ti confío; Digo: "Tú eres mi Dios."
(Salmos 31:14)
Líbrate como la gacela de la mano del cazador Y como ave de la mano del que caza.
(Proverbios 6:5)
En Dios he confiado, no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?
(Salmos 56:11)