Nueva Biblia Latinoamericana
Para el director del coro; según "Los Lirios." Salmo de David. Sálvame, oh Dios, Porque las aguas me han llegado hasta el alma. (Salmos 69:1)
Me he hundido en cieno profundo, y no hay donde apoyar el pie; He llegado a lo profundo de las aguas, y la corriente me cubre. (Salmos 69:2)
Cansado estoy de llorar; reseca está mi garganta; Mis ojos desfallecen mientras espero a mi Dios. (Salmos 69:3)
Más que los cabellos de mi cabeza son los que sin causa me aborrecen; Poderosos son los que quieren destruirme, Sin razón son mis enemigos, Me hacen devolver aquello que no robé.
Oh Dios, Tú conoces mi insensatez, Y mis transgresiones no Te son ocultas. (Salmos 69:5)
¡No se avergüencen de mí los que en Ti esperan, oh Señor, DIOS de los ejércitos! ¡No sean humillados por mí los que Te buscan, oh Dios de Israel! (Salmos 69:6)
Pues por amor de Ti he sufrido insultos; La ignominia ha cubierto mi rostro. (Salmos 69:7)

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Salmos 69:4 - Referencia Cruzada

El mismo llevó (cargó) nuestros pecados en Su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por Sus heridas fueron ustedes sanados. (1 Pedro 2:24)
Se levantan testigos malvados, Y de lo que no sé me preguntan. (Salmos 35:11)
Oh SEÑOR, Dios mío, si yo he hecho esto, Si hay en mis manos injusticia, (Salmos 7:3)
Ciertamente El llevó nuestras enfermedades, Y cargó con nuestros dolores. Con todo, nosotros Lo tuvimos por azotado, Por herido de Dios y afligido. (Isaías 53:4)
Pero ellos han hecho esto para que se cumpla la palabra que está escrita en su Ley: 'ME ODIARON SIN CAUSA.' (Juan 15:25)
EL CUAL NO COMETIO PECADO, NI ENGAÑO ALGUNO SE HALLO EN SU BOCA; (1 Pedro 2:22)
Pero mis enemigos son vigorosos y fuertes; Muchos son los que sin causa me aborrecen. (Salmos 38:19)
Porque me rodean males sin número; Mis iniquidades me han alcanzado, y no puedo ver; Son más numerosas que los cabellos de mi cabeza, Y el corazón me falla. (Salmos 40:12)
Porque también Cristo (el Mesías) murió por los pecados una sola vez, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, muerto en la carne pero vivificado en el espíritu. (1 Pedro 3:18)
No permitas que se regocijen a costa mía los que injustamente son mis enemigos, Ni que guiñen el ojo con malicia los que sin causa me aborrecen. (Salmos 35:19)
Porque han puesto emboscada contra mi vida; Hombres feroces me atacan, Pero no es por mi transgresión, ni por mi pecado, SEÑOR. (Salmos 59:3)
Al que no conoció pecado, Lo hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El. (2 Corintios 5:21)
Me han rodeado también con palabras de odio, Y sin causa han luchado contra mí. (Salmos 109:3)