Nueva Biblia Latinoamericana
Nos han sobrevenido terror y foso, Desolación y destrucción. (Lamentaciones 3:47)
Arroyos de lágrimas derraman mis ojos A causa de la destrucción de la hija de mi pueblo (Jerusalén). (Lamentaciones 3:48)
Mis ojos fluyen sin cesar, Ya que no hay descanso (Lamentaciones 3:49)
Hasta que el SEÑOR mire Y vea desde los cielos.
Mis ojos traen dolor a mi alma Por todas las hijas de mi ciudad. (Lamentaciones 3:51)
Mis enemigos, sin haber causa, Constantemente me han dado caza como a un ave. (Lamentaciones 3:52)
Silenciaron mi vida en la fosa, Pusieron piedra sobre mí. (Lamentaciones 3:53)

Otras publicaciones relacionadas con "Lamentaciones 3:50":

Omar Soto
Los ojos de Dios están sobre ti
En este mensaje, el pastor habla sobre cómo Dios siempre está observando nuestras vidas y prestando atención a nuestras necesidades, lo que nos trae protección, dirección y guía divina. También muestra el deseo de Dios de estar activo en nuestras vidas y utilizarlas para sus propósitos.


Samuel Acevedo
Dios mío, por qué me has desamparado?
El pastor habla sobre cómo sentir la presencia de Dios y confiar en su guía y protección, incluso en momentos de sentirse perdido y abandonado.


Lamentaciones 3:50 - Referencia Cruzada

Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora, Te rogamos; Mira y ve desde el cielo, y cuida esta vid, (Salmos 80:14)
Sobre tus murallas, oh Jerusalén, he colocado centinelas; En todo el día y en toda la noche jamás callarán. Ustedes que hacen que el SEÑOR recuerde, no se den descanso, (Isaías 62:6)
Oh Señor, conforme a todos Tus actos de justicia, apártese ahora Tu ira y Tu furor de Tu ciudad, Jerusalén, Tu santo monte. Porque a causa de nuestros pecados y de las iniquidades de nuestros padres, Jerusalén y Tu pueblo son el oprobio de todos los que nos rodean. (Daniel 9:16)
¡Oh, si rasgaras los cielos y descendieras! Si los montes se estremecieran ante Tu presencia (Isaías 64:1)
Acuérdate, oh SEÑOR, de lo que nos ha sucedido; Mira y ve nuestro oprobio. (Lamentaciones 5:1)
Mira desde el cielo, y ve desde Tu santa y gloriosa morada; ¿Dónde está Tu celo y Tu poder? La conmoción de Tus entrañas y Tu compasión para conmigo se han restringido. (Isaías 63:15)
Mira, oh SEÑOR, y observa: ¿A quién has tratado así? ¿Habían de comerse las mujeres el fruto de sus entrañas , A los pequeños criados con cariño? ¿Habían de ser muertos en el santuario del Señor El sacerdote y el profeta? (Lamentaciones 2:20)
Pues El miró desde Su excelso santuario; Desde el cielo el SEÑOR se fijó en la tierra, (Salmos 102:19)