Nueva Biblia Latinoamericana
Me he quitado la ropa, ¿Cómo he de vestirme de nuevo ? Me he lavado los pies, ¿Cómo he de ensuciarlos de nuevo ? (Cantares 5:3)
Mi amado metió su mano por la abertura de la puerta, Y se estremecieron por él mis entrañas. (Cantares 5:4)
Yo me levanté para abrir a mi amado; Y mis manos destilaron mirra, Y mis dedos mirra líquida, Sobre las manecillas de la cerradura. (Cantares 5:5)
Abrí yo a mi amado, Pero mi amado se había retirado, se había ido. Tras su hablar salió mi alma. Lo busqué, y no lo hallé; Lo llamé, y no me respondió.
Me hallaron los guardas que rondan la ciudad, Me golpearon y me hirieron; Me quitaron de encima mi chal los guardas de las murallas. (Cantares 5:7)
Yo les ruego, oh hijas de Jerusalén, Si encuentran a mi amado, ¿Qué le han de decir?: Que estoy enferma de amor." (Cantares 5:8)
¿Qué clase de amado es tu amado, Oh la más hermosa de las mujeres? ¿Qué clase de amado es tu amado, Que así nos ruegas?" (Cantares 5:9)

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Cantares 5:6 - Referencia Cruzada

Entonces dijo a sus hermanos: "Me ha sido devuelto mi dinero, y miren, está en mi costal." Y se les sobresaltó el corazón, y temblando se decían el uno al otro: "¿Qué es esto que Dios nos ha hecho?" (Génesis 42:28)
Pero el rey dijo: "¿Qué tengo yo que ver con ustedes, hijos de Sarvia? Si él maldice, y si el SEÑOR le ha dicho: 'Maldice a David,' ¿quién, pues, le dirá: '¿Por qué has hecho esto?'" (2 Samuel 16:10)
El Señor se volvió y miró a Pedro. Entonces Pedro recordó la palabra del Señor, de cómo le había dicho: "Antes que el gallo cante hoy, Me negarás tres veces." (Lucas 22:61)
En mi lecho, por las noches, he buscado Al que ama mi alma; Lo busqué, pero no lo hallé. (Cantares 3:1)
Me iré y volveré a Mi lugar Hasta que reconozcan su culpa y busquen Mi rostro; En su angustia Me buscarán con diligencia. (Oseas 5:15)
Y como Yo había clamado y ellos no habían querido escuchar, así ellos clamaron y Yo no quise escuchar," dice el SEÑOR de los ejércitos, (Zacarías 7:13)
Porque como a mujer abandonada y afligida de espíritu, Te ha llamado el SEÑOR, Y como a esposa de la juventud que es repudiada," Dice tu Dios. (Isaías 54:6)
Con todo Me buscan día tras día y se deleitan en conocer Mis caminos, Como nación que hubiera hecho justicia, Y no hubiera abandonado la ley de su Dios. Me piden juicios justos, Se deleitan en la cercanía de Dios. (Isaías 58:2)
Entonces me invocarán, pero no responderé; Me buscarán con diligencia, pero no me hallarán, (Proverbios 1:28)
Aguardaré al SEÑOR que esconde Su rostro de la casa de Jacob. Sí, a El esperaré. (Isaías 8:17)
Y en aquel día dirás: "Te doy gracias, oh SEÑOR, Porque aunque estabas enojado conmigo, Tu ira se ha apartado Y me has consolado. (Isaías 12:1)
Porque no estaré en pleito para siempre, Ni estaré siempre enojado, Pues el espíritu desfallecería ante Mí, Y el aliento de los que Yo he creado. (Isaías 57:16)
Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, ¿Hasta cuándo estarás enojado contra la oración de Tu pueblo? (Salmos 80:4)
Irán con sus rebaños y sus ganados En busca del SEÑOR, pero no Lo encontrarán; El se ha retirado de ellos. (Oseas 5:6)
Pedro se acordó de lo que Jesús había dicho: "Antes que el gallo cante, Me negarás tres veces." Y saliendo afuera, lloró amargamente. (Mateo 26:75)
Y Saúl consultó al SEÑOR, pero el SEÑOR no le respondió ni por sueños, ni por Urim, ni por profetas. (1 Samuel 28:6)
Para el director del coro; sobre ajelet Hasahar. Salmo de David. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor? (Salmos 22:1)
Oh SEÑOR, con Tu favor has hecho que mi monte permanezca fuerte; Tú escondiste Tu rostro, fui conturbado. (Salmos 30:7)
Han languidecido mis ojos a causa de la aflicción; Oh SEÑOR, cada día Te he invocado, He extendido mis manos hacia Ti. (Salmos 88:9)
¿Adónde se ha ido tu amado, Oh la más hermosa de las mujeres? ¿Adónde se ha dirigido tu amado, Para que lo busquemos contigo?" (Cantares 6:1)
Aun cuando clamo y pido auxilio, El cierra el paso a mi oración. (Lamentaciones 3:8)
Me acuerdo de Dios, y me siento turbado; Me lamento, y mi espíritu desmaya. (Selah) (Salmos 77:3)
¿Por qué cuando vine no había nadie, Y cuando llamé no había quien respondiera? ¿Acaso es tan corta Mi mano que no puede rescatar, O no tengo poder para librar? Con Mi reprensión seco el mar, Convierto los ríos en desierto. Sus peces huelen mal por falta de agua, Mueren de sed. (Isaías 50:2)
Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Sé, pues, celoso y arrepiéntete. (Apocalipsis 3:19)
Salmo de David. A Ti clamo, oh SEÑOR; Roca mía, no seas sordo para conmigo, No sea que si guardas silencio hacia mí, Venga a ser semejante a los que descienden a la fosa. (Salmos 28:1)
Cansado estoy de llorar; reseca está mi garganta; Mis ojos desfallecen mientras espero a mi Dios. (Salmos 69:3)
Mi amado metió su mano por la abertura de la puerta, Y se estremecieron por él mis entrañas. (Cantares 5:4)
Entonces una mujer Cananea que había salido de aquella región, comenzó a gritar: "Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada." (Mateo 15:22)
Al instante un gallo cantó por segunda vez. Entonces Pedro recordó lo que Jesús le había dicho: "Antes que el gallo cante dos veces, Me negarás tres veces." Y se echó a llorar. (Marcus 14:72)
Yo dormía, pero mi corazón velaba, ¡Una voz! ¡Mi amado toca a la puerta! 'Abreme, hermana mía, amada mía, Paloma mía, perfecta mía, Pues mi cabeza está empapada de rocío, Mis cabellos empapados de la humedad de la noche.' (Cantares 5:2)