No me entregues a la voluntad de mis adversarios; Porque testigos falsos se han levantado contra mí, Y los que respiran violencia.
(Salmos 27:12)
Hubiera yo desmayado, si no hubiera creído que había de ver la bondad del SEÑOR En la tierra de los vivientes.
(Salmos 27:13)
Espera al SEÑOR; Esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al SEÑOR.
(Salmos 27:14)
Salmo de David. A Ti clamo, oh SEÑOR; Roca mía, no seas sordo para conmigo, No sea que si guardas silencio hacia mí, Venga a ser semejante a los que descienden a la fosa.
Escucha la voz de mis súplicas cuando a Ti pido auxilio; Cuando levanto mis manos hacia el Lugar Santísimo de Tu santuario.
(Salmos 28:2)
No me arrastres con los impíos Ni con los que obran iniquidad, Que hablan de paz con su prójimo, Mientras hay maldad en su corazón.
(Salmos 28:3)
Dales conforme a su obra y según la maldad de sus hechos; Dales conforme a la obra de sus manos; Págales su merecido.
(Salmos 28:4)
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Salmos 28:1 - Referencia Cruzada
Atiende a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, Porque es a Ti a quien oro.
(Salmos 5:2)
Confíen en el SEÑOR para siempre, Porque en DIOS el SEÑOR, tenemos una Roca eterna.
(Isaías 26:4)
Dios mío, de día clamo y no respondes; Y de noche, pero no hay para mí reposo.
(Salmos 22:2)
A Dios, mi roca, diré: "¿Por qué me has olvidado? ¿Por qué ando sombrío por la opresión del enemigo?"
(Salmos 42:9)
Para el director del coro; según Jedutún. Salmo de Asaf. Mi voz se eleva a Dios, y a El clamaré; Mi voz se eleva a Dios, y El me oirá.
(Salmos 77:1)
Respóndeme pronto, oh SEÑOR, porque mi espíritu desfallece; No escondas de mí Tu rostro, Para que no llegue yo a ser como los que descienden a la sepultura.
(Salmos 143:7)
El SEÑOR es mi roca, mi baluarte y mi libertador; Mi Dios, mi roca en quien me refugio; Mi escudo y el poder de mi salvación, mi altura inexpugnable.
(Salmos 18:2)
Soy contado entre los que descienden a la fosa; He llegado a ser como hombre sin fuerza,
(Salmos 88:4)
Masquil de David, cuando estaba en la cueva. Plegaria. Clamo al SEÑOR con mi voz; Con mi voz suplico al SEÑOR.
(Salmos 142:1)
No me cubra la corriente de las aguas, Ni me trague el abismo, Ni el pozo cierre sobre mí su boca.
(Salmos 69:15)
Tú lo has visto, SEÑOR, no calles; Señor, no estés lejos de mí.
(Salmos 35:22)
Devorémoslos vivos como el Seol, Enteros, como los que descienden al abismo;
(Proverbios 1:12)
Escucha mi oración, oh SEÑOR, y presta oído a mi clamor; No guardes silencio ante mis lágrimas; Porque extranjero soy junto a Ti, Peregrino, como todos mis padres.
(Salmos 39:12)
El ha redimido mi alma de descender a la fosa, Y mi vida verá la luz.'
(Job 33:28)
¿Qué provecho hay en mi sangre (mi muerte) si desciendo al sepulcro? ¿Acaso Te alabará el polvo? ¿Anunciará Tu fidelidad?
(Salmos 30:9)
Lo arrojó al abismo, y lo encerró y puso un sello sobre él para que no engañara más a las naciones, hasta que se cumplieran los mil años. Después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.
(Apocalipsis 20:3)
Con mi voz clamé al SEÑOR, Y El me respondió desde Su santo monte. (Selah)
(Salmos 3:4)
Pues el Seol no Te expresa gratitud, Ni la muerte Te alaba. Los que descienden a la fosa no pueden esperar Tu fidelidad (verdad).
(Isaías 38:18)
Cántico. Salmo de Asaf. Oh Dios, no permanezcas en silencio; No calles, oh Dios, ni Te quedes quieto.
(Salmos 83:1)