Nueva Biblia Latinoamericana
Yo me levanté para abrir a mi amado; Y mis manos destilaron mirra, Y mis dedos mirra líquida, Sobre las manecillas de la cerradura. (Cantares 5:5)
Abrí yo a mi amado, Pero mi amado se había retirado, se había ido. Tras su hablar salió mi alma. Lo busqué, y no lo hallé; Lo llamé, y no me respondió. (Cantares 5:6)
Me hallaron los guardas que rondan la ciudad, Me golpearon y me hirieron; Me quitaron de encima mi chal los guardas de las murallas. (Cantares 5:7)
Yo les ruego, oh hijas de Jerusalén, Si encuentran a mi amado, ¿Qué le han de decir?: Que estoy enferma de amor."
¿Qué clase de amado es tu amado, Oh la más hermosa de las mujeres? ¿Qué clase de amado es tu amado, Que así nos ruegas?" (Cantares 5:9)
Mi amado es apuesto y sonrosado, Distinguido entre diez mil. (Cantares 5:10)
Su cabeza es como oro, oro puro, Sus cabellos, como racimos de dátiles, Negros como el cuervo. (Cantares 5:11)

Otras publicaciones relacionadas con "Cantares 5:8":

Samuel Acevedo
Amar sin barreras?
En este artículo, Samuel Acevedo habla sobre cómo el amor imperfecto que conocemos nos impide amar al Señor de la manera en que Él nos ama y cómo el Señor nos tiene que instruir en cómo amarlo.


Samuel Acevedo
Dios mío, por qué me has desamparado?
El pastor habla sobre cómo sentir la presencia de Dios y confiar en su guía y protección, incluso en momentos de sentirse perdido y abandonado.


Cantares 5:8 - Referencia Cruzada

Yo les ruego, oh hijas de Jerusalén, Por las gacelas o por las ciervas del campo, Que no levanten ni despierten a mi amor, Hasta que quiera." (Cantares 3:5)
Para el director del coro. Masquil de los hijos de Coré. Como el ciervo anhela las corrientes de agua, Así suspira por Ti, oh Dios, el alma mía. (Salmos 42:1)
Para el director del coro; según Jedutún. Salmo de Asaf. Mi voz se eleva a Dios, y a El clamaré; Mi voz se eleva a Dios, y El me oirá. (Salmos 77:1)
Susténtenme con tortas de pasas, Reanímenme con manzanas, Porque estoy enferma de amor. (Cantares 2:5)
Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá. Oh Dios, Tú eres mi Dios; Te buscaré con afán. Mi alma tiene sed de Ti, mi carne Te anhela Cual tierra seca y árida donde no hay agua. (Salmos 63:1)
Caf. Mi alma desfallece por Tu salvación; En Tu palabra espero. (Salmos 119:81)
Les ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que se esfuercen juntamente conmigo en sus oraciones a Dios por mí, (Romanos 15:30)
Yo les ruego, oh hijas de Jerusalén, Por las gacelas o por las ciervas del campo, Que no levanten ni despierten a mi amor Hasta que quiera." (Cantares 2:7)
Hermanos, aun si alguien es sorprendido en alguna falta, ustedes que son espirituales, restáurenlo en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. (Gálatas 6:1)
Por tanto, confiésense sus pecados unos a otros, y oren unos por otros para que sean sanados. La oración (súplica) eficaz del justo puede lograr mucho. (Santiago 5:16)
Quiero que juren, oh hijas de Jerusalén; Que no despertarán ni levantarán a mi amor, Hasta que quiera." (Cantares 8:4)