Nueva Biblia Latinoamericana
Agarren las zorras, Las zorras pequeñas que arruinan las viñas, Pues nuestras viñas están en flor." (Cantares 2:15)
Mi amado es mío, y yo soy suya; él apacienta su rebaño entre los lirios. (Cantares 2:16)
Hasta que sople la brisa del día y huyan las sombras, Vuelve, amado mío, y sé semejante a una gacela O a un cervatillo sobre los montes de Beter." (Cantares 2:17)
En mi lecho, por las noches, he buscado Al que ama mi alma; Lo busqué, pero no lo hallé.
Me levantaré ahora, y andaré por la ciudad; Por las calles y por las plazas Buscaré al que ama mi alma.' Lo busqué, pero no lo hallé. (Cantares 3:2)
Me hallaron los guardas que rondan la ciudad, Y les dije: '¿Han visto al que ama mi alma?' (Cantares 3:3)
Apenas los había pasado Cuando hallé al que ama mi alma; Lo agarré y no quise soltarlo, Hasta que lo llevé a la casa de mi madre Y a la alcoba de la que me concibió." (Cantares 3:4)

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Cantares 3:1 - Referencia Cruzada

Esfuércense por entrar por la puerta estrecha, porque les digo que muchos tratarán de entrar y no podrán. (Lucas 13:24)
Cántico de ascenso gradual. Desde lo más profundo, oh SEÑOR, he clamado a Ti. (Salmos 130:1)
En el día de mi angustia busqué al Señor; En la noche mi mano se extendía sin cansarse; Mi alma rehusaba ser consolada. (Salmos 77:2)
Cansado estoy de mis gemidos; Todas las noches inundo de llanto mi lecho, Con mis lágrimas riego mi cama. (Salmos 6:6)
En la noche Te desea mi alma, En verdad mi espíritu dentro de mí Te busca con diligencia. Porque cuando la tierra tiene conocimiento de Tus juicios, Aprenden justicia los habitantes del mundo. (Isaías 26:9)
Me adelanto, pero El no está allí, Retrocedo, pero no Lo puedo percibir; (Job 23:8)
Tiemblen, y no pequen; Mediten en su corazón sobre su lecho, y callen. (Selah) (Salmos 4:4)
Dios mío, de día clamo y no respondes; Y de noche, pero no hay para mí reposo. (Salmos 22:2)
Yo les ruego, oh hijas de Jerusalén, Si encuentran a mi amado, ¿Qué le han de decir?: Que estoy enferma de amor." (Cantares 5:8)
Abrí yo a mi amado, Pero mi amado se había retirado, se había ido. Tras su hablar salió mi alma. Lo busqué, y no lo hallé; Lo llamé, y no me respondió. (Cantares 5:6)
Cuando en mi lecho me acuerdo de Ti, En Ti medito durante las vigilias de la noche. (Salmos 63:6)
Dime, amado de mi alma: ¿Dónde apacientas tu rebaño ? ¿Dónde lo haces descansar al mediodía? ¿Por qué he de ser yo como una que se cubre con velo Junto a los rebaños de tus compañeros?" (Cantares 1:7)
a quien sin haber visto, ustedes Lo aman, y a quien ahora no ven, pero creen en El, y se regocijan grandemente con gozo inefable y lleno de gloria, (1 Pedro 1:8)
Busquen al SEÑOR mientras puede ser hallado, Llámenlo en tanto que está cerca. (Isaías 55:6)
Jesús le dijo por tercera vez: "Simón, hijo de Juan, ¿Me quieres?" Pedro se entristeció porque la tercera vez le dijo: "¿Me quieres?" Y Le respondió: "Señor, Tú lo sabes todo; Tú sabes que Te quiero." "Apacienta Mis ovejas," le dijo Jesús. (Juan 21:17)