Amar sin barreras?
Samuel Acevedo(Audio: Español)
Yo no cambiaría donde el Señor me ha puesto y el tiempo que el Señor me ha puesto. Yo no se de usted hermano, pero yo siento que es un privilegio ser un cristiano en la ciudad de Boston en esta época, es un privilegio que el Señor nos confíe en nosotros la responsabilidad es más, de nuevo, perdonen la palabra privilegio de nuevo, pero el privilegio de ser aquellos que se paran en la brecha y que levantan el estandarte del Señor y que proclaman que la ley de Jehová será nuestra ley y no serviremos a otro Dios y proclamar su palabra por toda una nación. Eso es un privilegio, y ese es el privilegio que estaremos ejerciendo esta semana, de miércoles a miércoles.
Ahora, habiendo dicho eso, si ustedes se dan cuenta, en las últimas dos semanas las palabras que el Señor ha traído a través de nuestro pastor y a través del psicólogo que predicó a esta hora la semana pasada, han sido mensajes de enfoque interior, ¿Se han dado cuenta?, estamos entrando en una época de guerra espiritual a nivel social, de estructura social, pero el enfoque de la palabra del Señor ha sido dirigida a nuestros corazones, a nuestra constitución espiritual, a nuestro interior, ¿Saben por qué? Porque creo hermano, que las batallas más decisivas que se van a realizar en estos días, se realizarán a nivel de nuestros corazones. Las batallas más determinantes, las batallas más decisivas que nosotros vamos a confrontar en esta época y hasta que Cristo venga, se realizarán en su corazón, por su corazón y a través de su corazón, el campo de batalla más decisivo es su corazón. Y hay un texto de la palabra que enfoca una batalla en particular, y enfoca a una batalla para nuestra fe, y también tiene en ella una promesa hermanos, que si nosotros lográramos abrazar esa promesa, fuéramos cristianos prácticamente indestructibles, prácticamente invencibles, ese texto es Isaías capítulo 49.