Nueva Biblia Latinoamericana
El cortará el espíritu de los príncipes; Temido es por los reyes de la tierra. (Salmos 76:12)
Para el director del coro; según Jedutún. Salmo de Asaf. Mi voz se eleva a Dios, y a El clamaré; Mi voz se eleva a Dios, y El me oirá. (Salmos 77:1)
En el día de mi angustia busqué al Señor; En la noche mi mano se extendía sin cansarse; Mi alma rehusaba ser consolada. (Salmos 77:2)
Me acuerdo de Dios, y me siento turbado; Me lamento, y mi espíritu desmaya. (Selah)
Has mantenido abiertos mis párpados; Estoy tan turbado que no puedo hablar. (Salmos 77:4)
He pensado en los días pasados, En los años antiguos. (Salmos 77:5)
De noche me acordaré de mi canción; En mi corazón meditaré, Y mi espíritu indaga: (Salmos 77:6)

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Salmos 77:3 - Referencia Cruzada

Porque mi alma está llena de males, Y mi vida se ha acercado al Seol. (Salmos 88:3)
Por tanto, en mí está agobiado mi espíritu; Mi corazón está turbado dentro de mí. (Salmos 143:4)
¿Por qué te desesperas, alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarlo otra vez Por la salvación de Su presencia. (Salmos 42:5)
Porque mis días han sido consumidos en humo, Y como brasero han sido quemados mis huesos. (Salmos 102:3)
Por tanto, no refrenaré mi boca, Hablaré en la angustia de mi espíritu, Me quejaré en la amargura de mi alma. (Job 7:11)
No seas para mí terror; Tú eres mi refugio en el día de calamidad. (Jeremías 17:17)
Por tanto, me espantaría ante Su presencia; Cuando lo pienso, siento terror de El. (Job 23:15)
¿Por qué te desesperas, alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues Lo he de alabar otra vez. ¡El es la salvación de mi ser, y mi Dios! (Salmos 42:11)
¿Por qué ha de quejarse el ser viviente? ¡Sea valiente frente a sus pecados! (Lamentaciones 3:39)
¿Por qué te desesperas, alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues Lo he de alabar otra vez. ¡El es la salvación de mi ser, y mi Dios! (Salmos 43:5)
Delante de El expongo mi queja; En Su presencia manifiesto mi angustia. (Salmos 142:2)
Desde los confines de la tierra Te invoco, cuando mi corazón desmaya. Condúceme a la roca que es más alta que yo. (Salmos 61:2)
Angustiado está mi corazón dentro de mí, Y sobre mí han caído los terrores de la muerte. (Salmos 55:4)
Porque las flechas del Todopoderoso (Shaddai) están clavadas en mí, Cuyo veneno bebe mi espíritu; Contra mí se juntan los terrores de Dios. (Job 6:4)
Porque el castigo de Dios es terror para mí, Y ante Su majestad (exaltación) nada puedo hacer. (Job 31:23)
Y mi alma ha sido privada de la paz, He olvidado la felicidad. (Lamentaciones 3:17)