Eclesiastés 4:1 - Referencia Cruzada

No se da paja a sus siervos, sin embargo, siguen diciéndonos: 'Hagan ladrillos.' Y además sus siervos son azotados. Pero la culpa es de su pueblo." (Éxodo 5:16)

Mis lágrimas han sido mi alimento de día y de noche, Mientras me dicen todo el día: "¿Dónde está tu Dios?" (Salmos 42:3)

Entonces Faraón ordenó a todo su pueblo: "Todo hijo que nazca lo echarán al Nilo, pero a toda hija la dejarán con vida." (Éxodo 1:22)

Y hubo gran clamor del pueblo y de sus mujeres contra sus hermanos Judíos. (Nehemías 5:1)

Acecha en el escondrijo como león en su guarida; Acecha para atrapar al afligido, Y atrapa al afligido arrastrándolo a su red. (Salmos 10:9)

Por la desolación del afligido, por los gemidos del menesteroso, Me levantaré ahora," dice el SEÑOR; "lo pondré en la seguridad que anhela." (Salmos 12:5)

y les dijo: "Cuando estén asistiendo a las Hebreas a dar a luz, y las vean sobre el lecho del parto, si es un hijo, le darán muerte, pero si es una hija, entonces vivirá." (Éxodo 1:16)

Todos los hermanos del pobre lo aborrecen, ¡Cuánto más sus amigos se alejarán de él! Los persigue con palabras, pero ellos se han ido. (Proverbios 19:7)

Entonces los Israelitas clamaron al SEÑOR, porque Jabín tenía 900 carros de hierro y había oprimido duramente a los Israelitas durante veinte años. (Jueces 4:3)

A Dios, mi roca, diré: "¿Por qué me has olvidado? ¿Por qué ando sombrío por la opresión del enemigo?" (Salmos 42:9)

Mira a la derecha, y ve, Porque no hay quien me tome en cuenta; No hay refugio para mí; No hay quien cuide de mi alma. (Salmos 142:4)

Desistan, por favor; que no haya injusticia; Sí, desistan; en ello está aún mi justicia. (Job 6:29)

Pasado mucho tiempo, murió el rey de Egipto. Los Israelitas gemían a causa de la servidumbre, y clamaron. Su clamor subió a Dios, a causa de su servidumbre. (Éxodo 2:23)

Un pueblo que no conoces comerá el producto de tu suelo y de todo tu trabajo, y no serás más que un pueblo oprimido y quebrantado todos los días. (Deuteronomio 28:33)

Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Israel, y los entregó en manos de los Filisteos y en manos de los Amonitas. (Jueces 10:7)

La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy enfermo; Esperé compasión, pero no la hubo; Busqué consoladores, pero no los hallé. (Salmos 69:20)

Les has dado a comer pan de lágrimas, Y les has hecho beber lágrimas en gran abundancia. (Salmos 80:5)

por tanto servirás a tus enemigos, los cuales el SEÑOR enviará contra ti: en hambre, en sed, en desnudez y en escasez de todas las cosas. El pondrá yugo de hierro sobre tu cuello hasta que te haya destruido. (Deuteronomio 28:48)

Pasan la noche desnudos, sin ropa, Y no tienen cobertura contra el frío. (Job 24:7)

Cual león rugiente y oso agresivo Es el gobernante perverso sobre el pueblo pobre. (Proverbios 28:15)

Yo también hablaría como ustedes, Si yo estuviera en su lugar. Podría recopilar palabras contra ustedes, Y mover ante ustedes la cabeza. (Job 16:4)

Tengan piedad, tengan piedad de mí, ustedes mis amigos, Porque la mano de Dios me ha herido. (Job 19:21)

El pobre que oprime a los humildes Es como lluvia torrencial que no deja pan. (Proverbios 28:3)

Los Egipcios, pues, obligaron a los Israelitas a trabajar duramente, (Éxodo 1:13)

A causa de la multitud de opresiones claman los hombres ; Gritan a causa del brazo de los poderosos. (Job 35:9)

Mis enemigos me han afrentado todo el día; Los que me escarnecen han usado mi nombre como maldición. (Salmos 102:8)

Lo pondré en las manos de los que te atormentan, Que te han dicho: 'Póstrate para que pasemos.' Y tú pusiste tu espalda como suelo, Como calle para los que pasaban." (Isaías 51:23)

Llora amargamente en la noche, Y le corren las lágrimas por sus mejillas. No hay quien la consuele Entre todos sus amantes. Todos sus amigos la han traicionado, Se han convertido en sus enemigos. (Lamentaciones 1:2)

Me acercaré a ustedes para el juicio, y seré un testigo veloz contra los hechiceros, contra los adúlteros, contra los que juran en falso y contra los que oprimen al jornalero en su salario, a la viuda y al huérfano, contra los que niegan el derecho del extranjero y los que no Me temen," dice el SEÑOR de los ejércitos. (Malaquías 3:5)

Entonces volverán a distinguir entre el justo y el impío, entre el que sirve a Dios y el que no Le sirve. (Malaquías 3:18)

Aun he visto más bajo el sol: Que en el lugar del derecho está la impiedad, Y en el lugar de la justicia está la iniquidad. (Eclesiastés 3:16)

Su inmundicia está en sus faldas; No consideró su futuro, Por tanto ha caído de manera sorprendente; No hay quien la consuele. "Mira, oh SEÑOR, mi aflicción, Porque se ha engrandecido el enemigo." (Lamentaciones 1:9)

Sus pies corren al mal, Y se apresuran a derramar sangre inocente. Sus pensamientos son pensamientos de iniquidad, Desolación y destrucción hay en sus caminos. (Isaías 59:7)

Pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras de los profetas." Entonces todos los discípulos Lo abandonaron y huyeron. (Mateo 26:56)

Ciertamente, la viña del SEÑOR de los ejércitos es la casa de Israel, Y los hombres de Judá Su plantío delicioso. El esperaba equidad, pero hubo derramamiento de sangre; Justicia, pero hubo clamor. (Isaías 5:7)

Y esta otra cosa hacen: cubren el altar del SEÑOR de lágrimas, llantos y gemidos, porque El ya no mira la ofrenda ni la acepta con agrado de su mano. (Malaquías 2:13)

En mi primera defensa nadie estuvo a mi lado, sino que todos me abandonaron; que no se les tenga en cuenta. (2 Timoteo 4:16)

Transgredir y negar al SEÑOR, Apartarse de nuestro Dios, Hablar de opresión y rebelión, Concebir y proferir en el corazón palabras mentirosas. (Isaías 59:13)

Si ves la opresión del pobre y la negación del derecho y de la justicia en la provincia, no te sorprendas del hecho, porque un oficial vigila sobre otro oficial, y hay oficiales superiores sobre ellos. (Eclesiastés 5:8)

Ciertamente la opresión enloquece al sabio, Y el soborno corrompe el corazón. (Eclesiastés 7:7)

Miren, el jornal de los obreros que han segado sus campos y que ha sido retenido por ustedes, clama contra ustedes. El clamor de los segadores ha llegado a los oídos del Señor de los ejércitos (de Sabaot). (Santiago 5:4)