A causa de la intensidad de mi gemido Mis huesos se pegan a la piel.
(Salmos 102:5)Me parezco al pelícano del desierto; Como el búho de las soledades he llegado a ser.
(Salmos 102:6)No puedo dormir; Soy cual pájaro solitario sobre un tejado.
(Salmos 102:7)Mis enemigos me han afrentado todo el día; Los que me escarnecen han usado mi nombre como maldición.
Porque he comido cenizas por pan, Y con lágrimas he mezclado mi bebida,
(Salmos 102:9)A causa de Tu indignación y de Tu enojo; Pues Tú me has levantado y me has rechazado.
(Salmos 102:10)Mis días son como sombra que se alarga; Y yo me seco como la hierba.
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Salmos 102:8 - Referencia Cruzada
Por causa de ellos será tomada esta maldición por todos los desterrados de Judá que están en Babilonia: "Que el SEÑOR te haga como a Sedequías y como a Acab, a quienes el rey de Babilonia asó en el fuego.
(Jeremías 29:22)Con el cual Tus enemigos, oh SEÑOR, han injuriado, Con el cual han injuriado los pasos de Tu ungido.
(Salmos 89:51)A causa de todos mis adversarios, he llegado a ser objeto de oprobio, Especialmente para mis vecinos, Y causa de espanto para mis conocidos; Los que me ven en la calle huyen de mí.
(Salmos 31:11)Y dejarán su nombre como maldición a Mis escogidos. El Señor DIOS te matará, Pero Mis siervos serán llamados por otro nombre.
(Isaías 65:15)Al oír esto, se sintieron profundamente ofendidos, y crujían los dientes contra él.
(Hechos 7:54)Pero ellos se llenaron de ira, y discutían entre sí qué podrían hacerle a Jesús.
(Lucas 6:11)Cuando se hizo de día, los Judíos tramaron una conspiración y se comprometieron bajo juramento, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubieran matado a Pablo.
(Hechos 23:12)La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy enfermo; Esperé compasión, pero no la hubo; Busqué consoladores, pero no los hallé.
(Salmos 69:20)A causa de la voz del enemigo, Por la opresión del impío; Porque echan iniquidad sobre mí, Y con furia me persiguen.
(Salmos 55:3)¿Por qué se sublevan las naciones, Y los pueblos traman cosas vanas?
(Salmos 2:1)Pues ni aun Cristo se agradó a El mismo; antes bien, como está escrito: "LOS INSULTOS DE LOS QUE TE INJURIABAN CAYERON SOBRE MI."
(Romanos 15:3)Porque el celo por Tu casa me ha consumido, Y los insultos de los que Te injurian han caído sobre mí.
(Salmos 69:9)Castigándolos con frecuencia en todas las sinagogas, procuraba obligarlos a blasfemar, y enfurecido contra ellos, seguía persiguiéndolos aun hasta en las ciudades extranjeras.
(Hechos 26:11)