Nueva Biblia Latinoamericana
Mis ojos estarán sobre los fieles de la tierra, para que moren conmigo; El que anda en camino de integridad me servirá. (Salmos 101:6)
El que practica el engaño no morará en mi casa; El que habla mentiras no permanecerá en mi presencia. (Salmos 101:7)
Cada mañana destruiré a todos los impíos de la tierra, Para exterminar de la ciudad del SEÑOR a todos los que hacen iniquidad. (Salmos 101:8)
Plegaria de uno que sufre, cuando desmaya y expone su queja ante el SEÑOR. Oh SEÑOR, escucha mi oración, Y llegue a Ti mi clamor.
No escondas de mí Tu rostro en el día de mi angustia; Inclina hacia mí Tu oído; El día en que Te invoco, respóndeme pronto. (Salmos 102:2)
Porque mis días han sido consumidos en humo, Y como brasero han sido quemados mis huesos. (Salmos 102:3)
Mi corazón ha sido herido como la hierba y se ha secado, Y hasta me olvido de comer mi pan. (Salmos 102:4)

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Salmos 102:1 - Referencia Cruzada

Para el director del coro; según "Los Lirios." Salmo de David. Sálvame, oh Dios, Porque las aguas me han llegado hasta el alma. (Salmos 69:1)
Aun cuando clamo y pido auxilio, El cierra el paso a mi oración. (Lamentaciones 3:8)
Por la desolación del afligido, por los gemidos del menesteroso, Me levantaré ahora," dice el SEÑOR; "lo pondré en la seguridad que anhela." (Salmos 12:5)
Por tanto, en mí está agobiado mi espíritu; Mi corazón está turbado dentro de mí. (Salmos 143:4)
Atiende a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, Porque es a Ti a quien oro. (Salmos 5:2)
Entonces los sacerdotes Levitas se levantaron y bendijeron al pueblo; y se oyó su voz, y su oración llegó hasta Su santa morada, hasta los cielos. (2 Crónicas 30:27)
Para el director del coro. Salmo de David. Bienaventurado el que piensa en el pobre; En el día del mal el SEÑOR lo librará. (Salmos 41:1)
Escucha mi oración, oh SEÑOR, y presta oído a mi clamor; No guardes silencio ante mis lágrimas; Porque extranjero soy junto a Ti, Peregrino, como todos mis padres. (Salmos 39:12)
Cristo, en los días de Su carne, habiendo ofrecido oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que Lo podía librar de la muerte, fue oído a causa de Su temor reverente. (Hebreos 5:7)
Me acuerdo de Dios, y me siento turbado; Me lamento, y mi espíritu desmaya. (Selah) (Salmos 77:3)
En mi angustia invoqué al SEÑOR, Y clamé a mi Dios; Desde Su templo oyó mi voz, Y mi clamor delante de El llegó a Sus oídos. (Salmos 18:6)
Cumplirá el deseo de los que Le temen, También escuchará su clamor y los salvará. (Salmos 145:19)
Pasado mucho tiempo, murió el rey de Egipto. Los Israelitas gemían a causa de la servidumbre, y clamaron. Su clamor subió a Dios, a causa de su servidumbre. (Éxodo 2:23)
Y estando en agonía, oraba con mucho fervor; y Su sudor se volvió como gruesas gotas de sangre, que caían sobre la tierra. (Lucas 22:44)
Mañana como a esta hora te enviaré un hombre de la tierra de Benjamín, lo ungirás para que sea príncipe sobre Mi pueblo Israel, y él librará a Mi pueblo del dominio de los Filisteos. Porque Yo he visto la aflicción de Mi pueblo, pues su clamor ha llegado hasta Mí." (1 Samuel 9:16)
Digo, pues: "Se me acabaron las fuerzas, Y mi esperanza que venía del SEÑOR." (Lamentaciones 3:18)
Te has cubierto de una nube Para que no pase la oración. (Lamentaciones 3:44)
Tomó con El a Pedro, a Jacobo (Santiago) y a Juan, y comenzó a afligirse y a angustiarse mucho. (Marcus 14:33)
Para el director del coro; con instrumentos de cuerda. Masquil de David. Escucha, oh Dios, mi oración, Y no Te escondas de mi súplica. (Salmos 55:1)
Para el director del coro; según tonada de "No Destruyas." Mictam de David, en la cueva, cuando huía de Saúl. Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí, Porque en Ti se refugia mi alma; En la sombra de Tus alas me ampararé Hasta que la destrucción pase. (Salmos 57:1)
Confíen en El en todo tiempo, Oh pueblo; derramen su corazón delante de El; Dios es nuestro refugio. (Selah) (Salmos 62:8)
Delante de El expongo mi queja; En Su presencia manifiesto mi angustia. (Salmos 142:2)
Respóndeme pronto, oh SEÑOR, porque mi espíritu desfallece; No escondas de mí Tu rostro, Para que no llegue yo a ser como los que descienden a la sepultura. (Salmos 143:7)
Cántico de ascenso gradual. Desde lo más profundo, oh SEÑOR, he clamado a Ti. (Salmos 130:1)
Me acuerdo de estas cosas y derramo mi alma dentro de mí; De cómo iba yo con la multitud y la guiaba hasta la casa de Dios, Con voz de alegría y de acción de gracias, con la muchedumbre en fiesta. (Salmos 42:4)
Pero Ana respondió: "No, señor mío, soy una mujer angustiada en espíritu. No he bebido vino ni licor, sino que he derramado mi alma delante del SEÑOR. (1 Samuel 1:15)
Y quitaron los dioses extranjeros de en medio de ellos y sirvieron al SEÑOR. Y El no pudo soportar más la angustia de Israel. (Jueces 10:16)
Desde los confines de la tierra Te invoco, cuando mi corazón desmaya. Condúceme a la roca que es más alta que yo. (Salmos 61:2)