Cada mañana destruiré a todos los impíos de la tierra, Para exterminar de la ciudad del SEÑOR a todos los que hacen iniquidad.
(Salmos 101:8)Plegaria de uno que sufre, cuando desmaya y expone su queja ante el SEÑOR. Oh SEÑOR, escucha mi oración, Y llegue a Ti mi clamor.
(Salmos 102:1)No escondas de mí Tu rostro en el día de mi angustia; Inclina hacia mí Tu oído; El día en que Te invoco, respóndeme pronto.
(Salmos 102:2)Porque mis días han sido consumidos en humo, Y como brasero han sido quemados mis huesos.
Mi corazón ha sido herido como la hierba y se ha secado, Y hasta me olvido de comer mi pan.
(Salmos 102:4)A causa de la intensidad de mi gemido Mis huesos se pegan a la piel.
(Salmos 102:5)Me parezco al pelícano del desierto; Como el búho de las soledades he llegado a ser.
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Salmos 102:3 - Referencia Cruzada
Pues mi vida se gasta en tristeza Y mis años en suspiros; Mis fuerzas se agotan a causa de mi iniquidad, Y se ha consumido mi cuerpo.
(Salmos 31:10)Nada hay sano en mi carne a causa de Tu indignación; En mis huesos no hay salud a causa de mi pecado.
(Salmos 38:3)Soy derramado como agua, Y todos mis huesos están descoyuntados; Mi corazón es como cera; Se derrite en medio de mis entrañas.
(Salmos 22:14)Ha hecho que se consuman mi carne y mi piel, Ha quebrado mis huesos.
(Lamentaciones 3:4)Desde lo alto El envió fuego Que penetró en mis huesos. Ha tendido una red a mis pies, Me ha hecho volver atrás; Me ha dejado desolada, Desfallecida todo el día.
(Lamentaciones 1:13)Sin embargo, ustedes no saben cómo será su vida mañana. Sólo son un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece.
(Santiago 4:14)Pero los impíos perecerán, Y los enemigos del SEÑOR serán como las flores de los prados; Desaparecen, se desvanecen como el humo.
(Salmos 37:20)Aunque he llegado a ser como odre al humo, No me olvido de Tus estatutos.
(Salmos 119:83)Mi piel se ennegrece sobre mí, Y mis huesos se queman por la fiebre.
(Job 30:30)