Nueva Biblia Latinoamericana
Queden atónitos a causa de su vergüenza Los que me dicen: "¡Ajá, ajá!" (Salmos 40:15)
Regocíjense y alégrense en Ti todos los que Te buscan; Que los que aman Tu salvación digan continuamente: "¡Engrandecido sea el SEÑOR!" (Salmos 40:16)
Por cuanto yo estoy afligido y necesitado, El Señor me tiene en cuenta. Tú eres mi ayuda y mi libertador; Dios mío, no Te tardes. (Salmos 40:17)
Para el director del coro. Salmo de David. Bienaventurado el que piensa en el pobre; En el día del mal el SEÑOR lo librará.
El SEÑOR lo protegerá y lo mantendrá con vida, Y será bienaventurado sobre la tierra. Tú no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos. (Salmos 41:2)
El SEÑOR lo sostendrá en su lecho de enfermo; En su enfermedad, restaurarás su salud. (Salmos 41:3)
Yo dije: "Oh SEÑOR, ten piedad de mí; Sana mi alma, porque contra Ti he pecado." (Salmos 41:4)

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Salmos 41:1 - Referencia Cruzada

Todo el día es compasivo y presta, Y su descendencia es para bendición. (Salmos 37:26)
Pero la salvación de los justos viene del SEÑOR; El es su fortaleza en el tiempo de la angustia. (Salmos 37:39)
Porque a los pobres siempre los tendrán con ustedes; y cuando quieran les podrán hacer bien; pero a Mí no siempre Me tendrán. (Marcus 14:7)
Sólo nos pidieron que nos acordáramos de los pobres, lo mismo que yo estaba también deseoso de hacer. (Gálatas 2:10)
Y Dios puede hacer que toda gracia abunde para ustedes, a fin de que teniendo siempre todo lo suficiente en todas las cosas, abunden para toda buena obra. (2 Corintios 9:8)
Porque has guardado la palabra de Mi perseverancia, Yo también te guardaré de la hora de la prueba (de la tentación), esa hora que está por venir sobre todo el mundo para poner a prueba a los que habitan sobre la tierra. (Apocalipsis 3:10)
Porque Dios no es injusto como para olvidarse de la obra de ustedes y del amor que han mostrado hacia Su nombre, habiendo servido, y sirviendo aún, a los santos. (Hebreos 6:10)
Acuérdate, pues, de tu Creador en los días de tu juventud, Antes que vengan los días malos, Y se acerquen los años en que digas: "No tengo en ellos placer." (Eclesiastés 12:1)
Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas lo libra el SEÑOR. (Salmos 34:19)
Echa tu pan sobre las aguas, Que después de muchos días lo hallarás. (Eclesiastés 11:1)
En todo les mostré que así, trabajando, deben ayudar a los débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: 'Más bienaventurado es dar que recibir.'" (Hechos 20:35)
El que se apiada del pobre presta al SEÑOR, Y El lo recompensará por su buena obra. (Proverbios 19:17)
Antes bien, cuando ofrezcas un banquete, llama a pobres, mancos, cojos, ciegos, (Lucas 14:13)
Con liberalidad ha dado a los pobres; Su justicia permanece para siempre; Su poder será exaltado con honor. (Salmos 112:9)
Porque yo libraba al pobre que clamaba, Y al huérfano que no tenía quien lo ayudara. (Job 29:12)
El furor del rey es como mensajero de muerte, Pero el hombre sabio lo aplacará. (Proverbios 16:14)
Entonces el Rey dirá a los de Su derecha: 'Vengan, benditos de Mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo. (Mateo 25:34)
No serán avergonzados en el tiempo malo, Y en días de hambre se saciarán. (Salmos 37:19)
Porque el juicio será sin misericordia para el que no ha mostrado misericordia. La misericordia triunfa sobre el juicio. (Santiago 2:13)
Si hay un menesteroso contigo, uno de tus hermanos, en cualquiera de tus ciudades en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano a tu hermano pobre, (Deuteronomio 15:7)
¿No es para que compartas tu pan con el hambriento, Y recibas en casa a los pobres sin hogar; Para que cuando veas al desnudo lo cubras, Y no te escondas de tu semejante? (Isaías 58:7)
El que desprecia a su prójimo peca, Pero es feliz el que se apiada de los pobres. (Proverbios 14:21)
Si he impedido a los pobres su deseo, O he hecho desfallecer los ojos de la viuda, (Job 31:16)
Defiendan al débil y al huérfano; Hagan justicia al afligido y al menesteroso. (Salmos 82:3)
Les exhortamos, hermanos, a que amonesten a los indisciplinados, animen a los desalentados, sostengan a los débiles y sean pacientes con todos. (1 Tesalonicenses 5:14)