Salmo de David cuando se fingió loco delante de Abimelec, quien lo echó, y él se fue. Bendeciré al SEÑOR en todo tiempo; Continuamente estará Su alabanza en mi boca.
(Salmos 34:1)En el SEÑOR se gloriará mi alma; Lo oirán los humildes y se regocijarán.
(Salmos 34:2)Engrandezcan al SEÑOR conmigo, Y exaltemos a una Su nombre.
(Salmos 34:3)Busqué al SEÑOR, y El me respondió, Y me libró de todos mis temores.
Los que a El miraron, fueron iluminados; Sus rostros jamás serán avergonzados.
(Salmos 34:5)Este pobre clamó, y el SEÑOR le oyó, Y lo salvó de todas sus angustias.
(Salmos 34:6)El ángel del SEÑOR acampa alrededor de los que Le temen, Y los rescata.
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Salmos 34:4 - Referencia Cruzada
Por tanto, no temeremos aunque la tierra sufra cambios, Y aunque los montes se deslicen al fondo de los mares;
(Salmos 46:2)y salió al encuentro de Asa y le dijo: "Oiganme, Asa y todo Judá y Benjamín: el SEÑOR estará con ustedes mientras ustedes estén con El. Y si Lo buscan, se dejará encontrar por ustedes; pero si Lo abandonan, El los abandonará.
(2 Crónicas 15:2)Para el director del coro; según Jedutún. Salmo de Asaf. Mi voz se eleva a Dios, y a El clamaré; Mi voz se eleva a Dios, y El me oirá.
(Salmos 77:1)Dios es mi salvación, Confiaré y no temeré; Porque mi fortaleza y mi canción es el SEÑOR DIOS, El ha sido mi salvación."
(Isaías 12:2)Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio (de disciplina).
(2 Timoteo 1:7)Pidan, y se les dará; busquen, y hallarán; llamen, y se les abrirá.
(Mateo 7:7)Entonces David se dijo: "Ahora bien, voy a perecer algún día por la mano de Saúl. Lo mejor para mí es huir a la tierra de los Filisteos. Saúl se cansará, y no me buscará más en todo el territorio de Israel, y escaparé de su mano."
(1 Samuel 27:1)Así que Yo les digo: pidan, y se les dará; busquen, y hallarán; llamen, y se les abrirá.
(Lucas 11:9)Acerca de esto, tres veces he rogado al Señor para que lo quitara de mí.
(2 Corintios 12:8)Y yo alarmado, decía: "¡Cortado soy de delante de Tus ojos!" Sin embargo Tú oíste la voz de mis súplicas Cuando a Ti clamaba.
(Salmos 31:22)Salmo de David. El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿A quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿De quién tendré temor?
(Salmos 27:1)Cristo, en los días de Su carne, habiendo ofrecido oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que Lo podía librar de la muerte, fue oído a causa de Su temor reverente.
(Hebreos 5:7)Amo al SEÑOR, porque oye Mi voz y mis súplicas.
(Salmos 116:1)Pues aun cuando llegamos a Macedonia, nuestro cuerpo no tuvo ningún reposo, sino que nos vimos atribulados por todos lados: por fuera, conflictos; por dentro, temores.
(2 Corintios 7:5)En mi angustia invoqué al SEÑOR, Y clamé a mi Dios; Desde Su templo oyó mi voz, Y mi clamor delante de El llegó a Sus oídos.
(Salmos 18:6)Porque El no ha despreciado ni aborrecido la aflicción del angustiado, Ni le ha escondido Su rostro; Sino que cuando clamó al SEÑOR, lo escuchó.
(Salmos 22:24)y dijo: "En mi angustia clamé al SEÑOR, Y El me respondió. Desde el seno del Seol (región de los muertos) pedí auxilio, Y Tú escuchaste mi voz.
(Jonás 2:2)