Nueva Biblia Latinoamericana
En cuyas manos hay intrigas, Y cuya diestra está llena de sobornos. (Salmos 26:10)
Pero yo en mi integridad andaré; Redímeme, y ten piedad de mí. (Salmos 26:11)
Sobre tierra firme está mi pie; En las congregaciones bendeciré al SEÑOR. (Salmos 26:12)
Salmo de David. El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿A quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿De quién tendré temor?
Cuando los malhechores vinieron sobre mí para devorar mis carnes, Ellos, mis adversarios y mis enemigos, tropezaron y cayeron. (Salmos 27:2)
Si un ejército acampa contra mí, No temerá mi corazón; Si contra mí se levanta guerra, A pesar de ello, yo estaré confiado. (Salmos 27:3)
Una cosa he pedido al SEÑOR, y ésa buscaré: Que habite yo en la casa del SEÑOR todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura del SEÑOR Y para meditar en Su templo. (Salmos 27:4)

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Salmos 27:1 - Referencia Cruzada

Porque mis ojos han visto Tu salvación (Lucas 2:30)
Y El me ha dicho: "Te basta Mi gracia, pues Mi poder se perfecciona en la debilidad." Por tanto, con muchísimo gusto me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo more en mí. (2 Corintios 12:9)
Mis enemigos me han pisoteado todo el día, Porque muchos son los que con soberbia pelean contra mí. (Salmos 56:2)
Mi fortaleza y mi canción es el SEÑOR, Y ha sido para mí salvación; éste es mi Dios, y Lo glorificaré, El Dios de mi padre, y Lo ensalzaré. (Éxodo 15:2)
Ya que Tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has rechazado? ¿Por qué ando sombrío por la opresión del enemigo? (Salmos 43:2)
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13)
Dios es mi salvación, Confiaré y no temeré; Porque mi fortaleza y mi canción es el SEÑOR DIOS, El ha sido mi salvación." (Isaías 12:2)
En gran manera me gozaré en el SEÑOR, Mi alma se regocijará en mi Dios. Porque El me ha vestido de ropas de salvación, Me ha envuelto en manto de justicia Como el novio se engalana con una corona, Como la novia se adorna con sus joyas. (Isaías 61:10)
El SEÑOR es mi fortaleza y mi canción, Y ha sido salvación para mí. (Salmos 118:14)
Jesús les habló otra vez, diciendo: "Yo soy la Luz del mundo; el que Me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la Luz de la vida." (Juan 8:12)
Para el director del coro. Salmo de David. En el SEÑOR me refugio; ¿Cómo es que ustedes le dicen a mi alma: "Huye como ave al monte? (Salmos 11:1)
La salvación es del SEÑOR. ¡Sea sobre Tu pueblo Tu bendición! (Selah) (Salmos 3:8)
El SEÑOR vive, bendita sea mi roca, Y ensalzado sea el Dios de mi salvación, (Salmos 18:46)
Sólo El es mi roca y mi salvación, Mi refugio, nunca seré sacudido. (Salmos 62:6)
Casa de Jacob, vengan y caminemos a la luz del SEÑOR. (Isaías 2:5)
Sólo El es mi roca y mi salvación, Mi baluarte, nunca seré sacudido. (Salmos 62:2)
Bendito sea el Señor, que cada día lleva nuestra carga, El Dios que es nuestra salvación. (Selah) (Salmos 68:19)
Tú enciendes mi lámpara, oh SEÑOR; Mi Dios que alumbra mis tinieblas. (Salmos 18:28)
De Mí dirán: 'Sólo en el SEÑOR hay justicia y fuerza.' A El vendrán y serán avergonzados Todos los que contra El se enojaron. (Isaías 45:24)
Existía la Luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre. (Juan 1:9)
Sean gratas las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón delante de Ti, Oh SEÑOR, roca mía y Redentor mío. (Salmos 19:14)
Ya el sol no será para ti luz del día, Ni el resplandor de la luna te alumbrará; Sino que tendrás al SEÑOR por luz eterna, Y a tu Dios por tu gloria. (Isaías 60:19)
Y TODA CARNE (PERSONA) VERA LA SALVACION DE DIOS.'" (Lucas 3:6)
Levántate, resplandece, porque ha llegado tu luz Y la gloria del SEÑOR ha amanecido sobre ti. (Isaías 60:1)
En el principio ya existía el Verbo (la Palabra), y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. (Juan 1:1)
El SEÑOR es mi fuerza y mi escudo; En El confía mi corazón, y soy socorrido; Por tanto, mi corazón se regocija, Y Le daré gracias con mi cántico. (Salmos 28:7)
Cuando Su lámpara resplandecía sobre mi cabeza, Y a Su luz caminaba yo en las tinieblas; (Job 29:3)
Para el director del coro. Salmo de David, siervo del SEÑOR, el cual dirigió al SEÑOR las palabras de este cántico el día que el SEÑOR lo libró de la mano de todos sus enemigos, y de la mano de Saúl. Y dijo: "Yo Te amo, SEÑOR, fortaleza mía." (Salmos 18:1)
Pero yo pondré mis ojos en el SEÑOR, Esperaré en el Dios de mi salvación. Mi Dios me oirá. (Miqueas 7:7)
Alcen los ojos a los cielos, Y miren la tierra abajo. Porque los cielos como humo se desvanecerán, Y la tierra como un vestido se gastará. Sus habitantes como mosquitos morirán, Pero Mi salvación será para siempre, Y Mi justicia no disminuirá. (Isaías 51:6)
Clamaban a gran voz: "La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero." (Apocalipsis 7:10)
La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. (Apocalipsis 21:23)
de manera que decimos confiadamente: "EL SEÑOR ES EL QUE ME AYUDA; NO TEMERE. ¿QUE PODRA HACERME EL HOMBRE?" (Hebreos 13:6)
El SEÑOR está a mi favor; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre? (Salmos 118:6)
Y ya no habrá más noche, y no tendrán necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos. (Apocalipsis 22:5)
Para el director del coro. Salmo de los hijos de Coré, compuesto para Alamot. Cántico. Dios es nuestro refugio y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. (Salmos 46:1)
Pero para ustedes que temen (reverencian) Mi nombre, se levantará el sol de justicia con la salud en sus alas; y saldrán y saltarán como terneros del establo. (Malaquías 4:2)
Porque sol y escudo es el SEÑOR Dios; Gracia y gloria da el SEÑOR; Nada bueno niega a los que andan en integridad. (Salmos 84:11)
Y El les contestó: "¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?" Entonces Jesús se levantó, reprendió a los vientos y al mar, y sobrevino una gran calma. (Mateo 8:26)
Te daré gracias porque me has respondido, Y has sido mi salvación. (Salmos 118:21)
Entonces, ¿qué diremos a esto? Si Dios está por nosotros, ¿quién estará contra nosotros? (Romanos 8:31)