Podemos regocijarnos que somos un pueblo bendecido
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
RESUMEN:
El Salmo 103 es un llamado a la alabanza y a recordar todas las bendiciones que Dios nos ha dado. El salmista David nos recuerda que debemos bendecir al Señor y no olvidar ninguno de sus beneficios. Él enumera algunos de estos beneficios, como el perdón de nuestras iniquidades y la sanación de nuestras dolencias. También nos exhorta a ser agradecidos y a expresar nuestra gratitud a Dios por todas las cosas buenas que Él ha hecho en nuestras vidas. Aunque somos siervos inútiles y tenemos que trabajar y enfrentar pruebas en la vida, también somos un pueblo bendecido por la misericordia y bondad de nuestro Dios.
El Salmo 103 habla acerca del perdón de Dios, Su capacidad para sanar todas nuestras dolencias y Su habilidad para rescatarnos de situaciones difíciles. A través de la vida de David, vemos que la Biblia nos presenta a hombres imperfectos que aman a Dios pero también tienen áreas de pecado en sus vidas. La Palabra del Señor nos invita a ser transparentes delante de Él, a confesar nuestro pecado y a encomendarnos a Su Gracia y Misericordia. Dios es un Padre misericordioso que perdona y sana todas nuestras dolencias. Debemos concentrarnos en el poder de Dios para sanar, orar por la salud en nuestra vida y visualizar la bendición de Dios en ella. Cuando estamos en dificultades y problemas, podemos confiar en Dios como el que rescata del hoyo nuestra vida.
El mensaje del salmo 103 es que Dios es el que nos sana de todas nuestras dolencias, el que nos rescata del hoyo, el que nos perdona todas nuestras iniquidades. Él es nuestra misericordia y nos corona de favores y misericordias, saciando nuestra boca de bienes y renovando nuestra vida como el águila. Debemos confiar en Dios en momentos difíciles y saber que Él tiene la respuesta. También debemos tener una mentalidad de bendición y programar nuestra mente con la bondad de Dios para atraer sus bendiciones a nuestra vida. Si aún no hemos entregado nuestra vida a Cristo, debemos hacerlo y confesar nuestros pecados. Dios nos da una nueva oportunidad y nos limpia de todo récord negativo. Debemos pedir a Dios que su iglesia sea un refugio y una fuente de esperanza para aquellos que están en necesidad.
Pedimos que la Iglesia sea un refugio para las almas y ofrezca esperanza a aquellos que están atrapados. Que el pueblo de Dios sea profetas que declaren su buena voluntad sobre la ciudad. Agradecemos por la positividad de la Palabra de Dios y lo confesamos como nuestro Dios y Salvador. Invitamos a todos a venir al altar y recibir el toque del Espíritu Santo. Estamos orando por aquellos que están aquí y esperamos un momento de profunda ministración espiritual. Dios está aquí para sanidad, gracia y bendición.Quiero compartir un pasaje del Salmo 103, y quiero dejar con ustedes una Palabra de ánimo que Dios ha puesto en mi corazón para compartir, es un Salmo de alabanza por la misericordia del Señor y es una invitación de parte del Espíritu Santo para que recordemos todas las cosas que Dios tiene para nuestras vidas; los derechos, los recursos, las bendiciones que Dios pone en nuestras manos, ese Dios maravilloso que nosotros tenemos y que podamos regocijarnos de que somos un pueblo bendecido.
El salmista David dice en el Salmo 103 versículos del 1 al 5: "Bendice alma mía a Jehová, y bendiga todo mi ser Su Santo Nombre. Bendice alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias, el que rescata del hoyo tu vida; el que te corona de favores y misericordias, el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila." Qué precioso salmo, qué bendición.