Nueva Biblia Latinoamericana
¡Cuán grande es Tu bondad, Que has reservado para los que Te temen, Que has manifestado para los que en Ti se refugian, Delante de los hijos de los hombres! (Salmos 31:19)
De las conspiraciones de los hombres Tú los escondes en lo secreto de Tu presencia; En un refugio los pondrás a cubierto de los enredos de las lenguas. (Salmos 31:20)
Bendito sea el SEÑOR, Porque ha hecho maravillosa Su misericordia para mí en ciudad asediada (fortificada). (Salmos 31:21)
Y yo alarmado, decía: "¡Cortado soy de delante de Tus ojos!" Sin embargo Tú oíste la voz de mis súplicas Cuando a Ti clamaba.
¡Amen al SEÑOR, todos Sus santos! El SEÑOR preserva a los fieles, Pero les da su merecido a los que obran con soberbia. (Salmos 31:23)
Esfuércense, y aliéntese su corazón, Todos ustedes que esperan en el SEÑOR. (Salmos 31:24)
Salmo de David. Masquil. ¡Cuán bienaventurado es aquél cuya transgresión es perdonada, Cuyo pecado es cubierto! (Salmos 32:1)

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Salmos 31:22 - Referencia Cruzada

Cuando en mí desfallecía mi alma, Del SEÑOR me acordé; Y mi oración llegó hasta Ti, Hasta Tu santo templo. (Jonás 2:7)
Yo dije: "A la mitad de mis días He de entrar por las puertas del Seol (región de los muertos); Se me priva del resto de mis años." (Isaías 38:10)
Cristo, en los días de Su carne, habiendo ofrecido oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que Lo podía librar de la muerte, fue oído a causa de Su temor reverente. (Hebreos 5:7)
El SEÑOR ha escuchado mi súplica; El SEÑOR recibe mi oración. (Salmos 6:9)
Pero Sion dijo: "El SEÑOR me ha abandonado, El Señor se ha olvidado de mí." (Isaías 49:14)
Por eso el SEÑOR hizo venir contra ellos a los capitanes del ejército del rey de Asiria, que capturaron a Manasés con garfios, lo ataron con cadenas de bronce y lo llevaron a Babilonia. (2 Crónicas 33:11)
Oh SEÑOR, no sea yo avergonzado, porque a Ti clamo; Sean avergonzados los impíos; que desciendan en silencio al Seol. (Salmos 31:17)
Entonces dije: "¡Ay de mí! Porque perdido estoy, Pues soy hombre de labios inmundos Y en medio de un pueblo de labios inmundos habito, Porque mis ojos han visto al Rey, el SEÑOR de los ejércitos." (Isaías 6:5)
Cuánto menos cuando dices que no Lo contemplas, Que la causa está delante de El, y tienes que esperarlo. (Job 35:14)
Cubrieron las aguas mi cabeza, Dije: "¡Estoy perdido!" (Lamentaciones 3:54)
Saúl iba por un lado del monte y David y sus hombres por el otro lado del monte. David se apresuraba para huir de Saúl, pues Saúl y sus hombres estaban rodeando a David y a sus hombres para apresarlos. (1 Samuel 23:26)
Entonces El me dijo: "Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ellos dicen: 'Nuestros huesos se han secado, y nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente destruidos.' (Ezequiel 37:11)
Entonces David se dijo: "Ahora bien, voy a perecer algún día por la mano de Saúl. Lo mejor para mí es huir a la tierra de los Filisteos. Saúl se cansará, y no me buscará más en todo el territorio de Israel, y escaparé de su mano." (1 Samuel 27:1)
Entonces dije: 'He sido expulsado de delante de Tus ojos; Sin embargo volveré a mirar hacia Tu santo templo.' (Jonás 2:4)
Dije alarmado: "Todo hombre es mentiroso." (Salmos 116:11)
Sobre mí ha pasado Tu ardiente ira; Tus terrores me han destruido. (Salmos 88:16)