Nueva Biblia Latinoamericana
Pero Tú, oh Dios, harás caer a los malvados en el pozo de la destrucción; Los hombres sanguinarios y engañadores no vivirán la mitad de sus días; Pero yo en Ti confiaré. (Salmos 55:23)
Para el director del coro; según la tonada de "La Paloma Silenciosa de los que Están Lejos." Mictam de David cuando los Filisteos lo prendieron en Gat. Ten piedad de mí, oh Dios, porque el hombre me ha pisoteado; Me oprime combatiéndome todo el día. (Salmos 56:1)
Mis enemigos me han pisoteado todo el día, Porque muchos son los que con soberbia pelean contra mí. (Salmos 56:2)
El día en que temo, Yo en Ti confío.
En Dios, cuya palabra alabo, En Dios he confiado, no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre? (Salmos 56:4)
Todo el día pervierten mis palabras; Todos sus pensamientos contra mí son para mal. (Salmos 56:5)
Atacan, se esconden, Espían mis pasos, Como esperando para quitarme la vida. (Salmos 56:6)

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Salmos 56:3 - Referencia Cruzada

Busqué al SEÑOR, y El me respondió, Y me libró de todos mis temores. (Salmos 34:4)
Porque no queremos que ignoren, hermanos, acerca de nuestra aflicción sufrida en Asia (provincia occidental de Asia Menor). Porque fuimos abrumados sobremanera, más allá de nuestras fuerzas, de modo que hasta perdimos la esperanza de salir con vida. (2 Corintios 1:8)
David se levantó y huyó aquel día de Saúl, y fue a donde estaba Aquis, rey de Gat. (1 Samuel 21:10)
Para el director del coro. Salmo de David. En el SEÑOR me refugio; ¿Cómo es que ustedes le dicen a mi alma: "Huye como ave al monte? (Salmos 11:1)
Josafat tuvo miedo y se dispuso a buscar al SEÑOR, y proclamó ayuno en todo Judá. (2 Crónicas 20:3)
Angustiado está mi corazón dentro de mí, Y sobre mí han caído los terrores de la muerte. (Salmos 55:4)
Pues aun cuando llegamos a Macedonia, nuestro cuerpo no tuvo ningún reposo, sino que nos vimos atribulados por todos lados: por fuera, conflictos; por dentro, temores. (2 Corintios 7:5)
Y David estaba muy angustiado porque la gente hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba amargado, cada uno a causa de sus hijos y de sus hijas. Pero David se fortaleció en el SEÑOR su Dios. (1 Samuel 30:6)
David tomó en serio estas palabras y temió grandemente a Aquis, rey de Gat. (1 Samuel 21:12)