Nueva Biblia Latinoamericana
Había en Damasco cierto discípulo llamado Ananías; y el Señor le dijo en una visión: "Ananías." "Aquí estoy, Señor," contestó él. (Hechos 9:10)
El Señor le dijo: " Levántate y ve a la calle que se llama Derecha, y pregunta en la casa de Judas por un hombre de Tarso llamado Saulo, porque él está orando, (Hechos 9:11)
y ha visto en una visión a un hombre llamado Ananías, que entra y pone las manos sobre él para que recobre la vista." (Hechos 9:12)
Pero Ananías respondió: "Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuánto mal ha hecho a Tus santos en Jerusalén,
y aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan Tu nombre." (Hechos 9:14)
Pero el Señor le dijo: "Ve, porque él es Mi instrumento escogido, para llevar Mi nombre en presencia de los Gentiles, de los reyes y de los Israelitas; (Hechos 9:15)
porque Yo le mostraré cuánto debe padecer por Mi nombre." (Hechos 9:16)

Otras publicaciones relacionadas con "Hechos 9:13":

Alberto González Muñoz
Andemos en vida nueva
Artículo sobre la importancia de la vida nueva después de la conversión y la disposición para cambiar nuestra conducta y hacer la voluntad de Dios.


Samuel Acevedo
Por la gracia de Dios, somos "hermanos"?
Un sermón sobre la importancia de la gracia de Dios y la hermandad en Cristo, basado en la conversión de Saulo en el camino a Damasco y la necesidad de obedecer a Jesús y confiar en su gracia.


Hechos 9:13 - Referencia Cruzada

Y él dijo: "¿Qué pecado he cometido, que entrega a su siervo en manos de Acab para que me mate? (1 Reyes 18:9)
Samuel respondió: "¿Cómo puedo ir? Cuando Saúl lo sepa, me matará." Y el SEÑOR dijo: "Toma contigo una novilla y di: 'He venido a ofrecer sacrificio al SEÑOR.' (1 Samuel 16:2)
Saluden a Filólogo y a Julia, a Nereo y a su hermana, y a Olimpas, y a todos los santos que están con ellos. (Romanos 16:15)
Entonces yo dije: 'Señor, ellos saben bien que en las sinagogas, una tras otra, yo encarcelaba y azotaba a los que creían en Ti. (Hechos 22:19)
Perseguí este Camino hasta la muerte, encadenando y echando en cárceles tanto a hombres como a mujeres, (Hechos 22:4)
para que sea librado de los que son desobedientes (incrédulos) en Judea, y que mi servicio a Jerusalén sea aceptable a los santos, (Romanos 15:31)
Pero ahora voy a Jerusalén para el servicio de los santos, (Romanos 15:25)
El Espíritu me levantó y me tomó; yo iba con amargura en la indignación de mi espíritu, y la mano del SEÑOR era fuerte sobre mí. (Ezequiel 3:14)
A todos los amados de Dios que están en Roma, llamados a ser santos: Gracia y paz a ustedes de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. (Romanos 1:7)
Pero Saulo hacía estragos en la iglesia entrando de casa en casa, y arrastrando a hombres y mujeres, los echaba en la cárcel. (Hechos 8:3)
Mientras Pedro viajaba por todas aquellas regiones, vino también a los santos que vivían en Lida. (Hechos 9:32)
Levántate, ve a Nínive, la gran ciudad, y proclama contra ella, porque su maldad ha subido hasta Mí." (Jonás 1:2)
Esto es precisamente lo que hice en Jerusalén. No sólo encerré en cárceles a muchos de los santos con la autoridad recibida de los principales sacerdotes, sino que también, cuando eran condenados a muerte, yo añadía mi voto. (Hechos 26:10)
Pero Moisés dijo: "Te ruego, Señor, envía ahora el mensaje por medio de quien Tú quieras." (Éxodo 4:13)
Miren, Yo los envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sean astutos como las serpientes e inocentes como las palomas. (Mateo 10:16)
aun habiendo sido yo antes blasfemo, perseguidor y agresor. Sin embargo, se me mostró misericordia porque lo hice por ignorancia en mi incredulidad. (1 Timoteo 1:13)
Pero si digo: "No Lo recordaré Ni hablaré más en Su nombre," Esto se convierte dentro de mí como fuego ardiente Encerrado en mis huesos. Hago esfuerzos por contenerlo , Y no puedo. (Jeremías 20:9)
para que la reciban en el Señor de una manera digna de los santos, y que la ayuden en cualquier asunto en que ella necesite de ustedes, porque ella también ha ayudado a muchos y aun a mí mismo. (Romanos 16:2)
Saulo (Pablo), respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote, (Hechos 9:1)