Movido a compasión, extendiendo Jesús la mano, lo tocó y le dijo: "Quiero; sé limpio."
(Marcus 1:41)Al instante la lepra lo dejó y quedó limpio.
(Marcus 1:42)Entonces Jesús lo despidió enseguida amonestándole severamente:
(Marcus 1:43)Mira," le dijo, "no digas nada a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y ofrece por tu limpieza lo que Moisés ordenó, para testimonio a ellos."
Pero él, en cuanto salió comenzó a proclamarlo abiertamente y a divulgar el hecho, a tal punto que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que se quedaba fuera en lugares despoblados; y venían a El de todas partes.
(Marcus 1:45)Cuando Jesús entró de nuevo en Capernaúm varios días después, se oyó que estaba en casa.
(Marcus 2:1)Y se reunieron muchos, tanto que ya no había lugar ni aun a la puerta; y El les explicaba la palabra.
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Marcus 1:44 - Referencia Cruzada
Entonces Jesús le dijo: "Mira, no se lo digas a nadie, sino ve, muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio a ellos."
(Mateo 8:4)Cuando El los vio, les dijo: "Vayan y muéstrense a los sacerdotes." Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios.
(Lucas 17:14)Estas cosas les sucedieron como ejemplo, y fueron escritas como enseñanza para nosotros, para quienes ha llegado el fin de los siglos.
(1 Corintios 10:11)Porque todo lo que fue escrito en tiempos pasados, para nuestra enseñanza se escribió, a fin de que por medio de la paciencia (perseverancia) y del consuelo de las Escrituras tengamos esperanza.
(Romanos 15:4)Los escribas y los Fariseos se han sentado en la cátedra de Moisés.
(Mateo 23:2)Y El le mandó que no se lo dijera a nadie. "Pero anda," le dijo, "muéstrate al sacerdote y da una ofrenda por tu purificación según lo ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio."
(Lucas 5:14)