Nueva Biblia Latinoamericana
Y Jesús comenzó a decirles: "Miren que nadie los engañe. (Marcus 13:5)
Muchos vendrán en Mi nombre diciendo: 'Yo soy el Cristo,' y engañarán a muchos. (Marcus 13:6)
Cuando ustedes oigan de guerras y de rumores de guerras, no se alarmen; es necesario que todo esto suceda, pero todavía no es el fin. (Marcus 13:7)
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en diversos lugares; y habrá hambres. Esto sólo es el comienzo de dolores.
Pero ustedes, estén alerta; porque los entregarán a los tribunales y serán azotados en las sinagogas, y comparecerán delante de gobernadores y reyes por Mi causa, para testimonio a ellos. (Marcus 13:9)
Pero primero el evangelio debe ser predicado a todas las naciones. (Marcus 13:10)
Cuando los lleven y los entreguen, no se preocupen de antemano por lo que van a decir, sino que lo que les sea dado en aquella hora, eso hablen; porque no son ustedes los que hablan, sino el Espíritu Santo. (Marcus 13:11)

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Marcus 13:8 - Referencia Cruzada

Porque oí un grito como de mujer de parto, Angustia como de primeriza; Era el grito de la hija de Sion que se ahogaba, Y extendía sus manos, diciendo: "¡Ay ahora de mí, porque desfallezco ante los asesinos!" (Jeremías 4:31)
Hemos oído de su fama, Flaquean nuestras manos. La angustia se ha apoderado de nosotros, Dolor como de mujer de parto. (Jeremías 6:24)
Entonces salió otro caballo, rojo. Al que estaba montado en él se le concedió quitar la paz de la tierra y que los hombres se mataran unos a otros; y se le dio una gran espada. (Apocalipsis 6:4)
Tú que moras en el Líbano, Anidada en los cedros, ¡Cómo gemirás cuando te vengan los dolores, Dolores como de mujer de parto! (Jeremías 22:23)
Y ellos le dijeron: "Así dice Ezequías: 'Este día es día de angustia, de reprensión y de desprecio, pues hijos están para nacer, pero no hay fuerzas para dar a luz. (Isaías 37:3)
y volcaré el trono de los reinos y destruiré el poder de los reinos de las naciones; y volcaré el carro y a los que montan en él, y caerán los caballos y sus jinetes, cada uno por la espada de su hermano. (Hageo 2:22)
que cuando estén diciendo: "Paz y seguridad," entonces la destrucción vendrá sobre ellos repentinamente, como dolores de parto a una mujer que está encinta, y no escaparán. (1 Tesalonicenses 5:3)
Y sucederá que en aquel día habrá entre ellos un gran pánico del SEÑOR; y cada uno agarrará la mano de su prójimo, y la mano de uno se levantará contra la mano de su prójimo. (Zacarías 14:13)
Voy a provocar a Egipcios contra Egipcios, Y cada uno peleará contra su hermano y cada cual contra su prójimo, Ciudad contra ciudad y reino contra reino. (Isaías 19:2)
Y era destruida nación por nación, y ciudad por ciudad, porque Dios los afligió con toda clase de adversidades. (2 Crónicas 15:6)
Desamparada está Damasco; Se ha vuelto para huir, Y el pánico se ha apoderado de ella; Angustia y dolores la oprimen Como a mujer de parto. (Jeremías 49:24)
Así dice el SEÑOR de los ejércitos: "El mal va De nación en nación, Y una gran tempestad se levanta De los confines de la tierra. (Jeremías 25:32)
Ahora, ¿por qué gritas tan fuerte? ¿No hay rey en ti? ¿Ha perecido tu consejero, Que el dolor te aflige como a mujer de parto? (Miqueas 4:9)
Pero todo esto es sólo el comienzo de dolores. (Mateo 24:8)
¿Qué dirás cuando El ponga sobre ti (a los que tú mismo habías enseñado) A antiguos compañeros para ser jefes tuyos? ¿No te vendrán dolores Como de mujer de parto? (Jeremías 13:21)
Allí se apoderó de ellos un temblor; Dolor como el de mujer que está de parto. (Salmos 48:6)
Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu Santo, que ciertamente habría una gran hambre en toda la tierra. Y esto ocurrió durante el reinado del emperador Claudio. (Hechos 11:28)
El rey de Babilonia ha oído noticias de ellos, Y flaquean sus manos; La angustia se ha apoderado de él, Agonía como de mujer de parto. (Jeremías 50:43)