Todos los funcionarios del reino, prefectos, sátrapas, altos oficiales y gobernadores, han acordado que el rey promulgue un edicto y ponga en vigor el mandato de que cualquiera que en el término de treinta días haga petición a cualquier dios u hombre fuera de usted, oh rey, sea echado en el foso de los leones.
(Daniel 6:7)Ahora pues, oh rey, promulgue el mandato y firme el documento para que no sea modificado, conforme a la ley de los Medos y Persas, que no puede ser revocada."
(Daniel 6:8)Por tanto, el rey Darío firmó el documento, esto es, el mandato.
(Daniel 6:9)Cuando Daniel supo que había sido firmado el documento, entró en su casa (en su aposento superior tenía ventanas abiertas en dirección a Jerusalén), y como solía hacerlo antes, continuó arrodillándose tres veces al día, orando y dando gracias delante de su Dios.
Entonces estos hombres, de común acuerdo, fueron y encontraron a Daniel orando y suplicando delante de su Dios;
(Daniel 6:11)por lo cual se presentaron ante el rey y le hablaron tocante al mandato real: "¿No firmó usted un mandato que cualquier hombre que en el término de treinta días hiciera petición a cualquier dios u hombre fuera de usted, oh rey, fuera echado en el foso de los leones?" "La orden es cierta, conforme a la ley de los Medos y Persas, que no puede ser revocada," respondió el rey.
(Daniel 6:12)Entonces ellos respondieron: "Daniel, que es uno de los deportados de Judá, no le hace caso, oh rey, ni del mandato que usted firmó, sino que tres veces al día hace su oración."
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Daniel 6:10 - Referencia Cruzada
Pero a la hora de la ofrenda de la tarde, me levanté de mi humillación con mi vestido y mi manto rasgados, y caí de rodillas y extendí mis manos al SEÑOR mi Dios;
(Esdras 9:5)Pero yo dije: "¿Huir un hombre como yo? ¿Y acaso uno como yo entraría al templo para salvar su vida? No entraré."
(Nehemías 6:11)Porque Salomón había hecho un estrado de bronce de 2.25 metros de largo, 2.25 metros de ancho y 1.35 metros de alto, y lo había puesto en medio del atrio; se puso sobre él, se hincó de rodillas en presencia de toda la asamblea de Israel y extendiendo las manos al cielo,
(2 Crónicas 6:13)Cuando Salomón terminó de decir toda esta oración y súplica al SEÑOR, se levantó de delante del altar del SEÑOR, de estar de rodillas con sus manos extendidas hacia el cielo.
(1 Reyes 8:54)si se vuelven a Ti con todo su corazón y con toda su alma en la tierra de su cautiverio adonde hayan sido llevados cautivos, y oran vueltos hacia la tierra que diste a sus padres, hacia la ciudad que has escogido y hacia la casa que he edificado a Tu nombre,
(2 Crónicas 6:38)No temas lo que estás por sufrir. Yo te digo que el diablo echará a algunos de ustedes en la cárcel para que sean probados, y tendrán tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y Yo te daré la corona de la vida.
(Apocalipsis 2:10)Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante El, sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan (alaban) Su nombre.
(Hebreos 13:15)Vengan, adoremos y postrémonos; Doblemos la rodilla ante el SEÑOR nuestro Hacedor.
(Salmos 95:6)Entonces ellos respondieron: "Daniel, que es uno de los deportados de Judá, no le hace caso, oh rey, ni del mandato que usted firmó, sino que tres veces al día hace su oración."
(Daniel 6:13)Vayan, preséntense en el templo, y hablen al pueblo todo el mensaje (todas las palabras) de esta Vida (la Vida eterna que Cristo reveló)."
(Hechos 5:20)toda oración o toda súplica que sea hecha por cualquier hombre o por todo Tu pueblo Israel, conociendo cada cual la aflicción de su corazón, y extendiendo sus manos hacia esta casa;
(1 Reyes 8:38)Para el director del coro. Salmo de David. En el SEÑOR me refugio; ¿Cómo es que ustedes le dicen a mi alma: "Huye como ave al monte?
(Salmos 11:1)Ahora, Señor, considera sus amenazas, y permite que Tus siervos hablen Tu palabra con toda confianza,
(Hechos 4:29)Cuando Pablo terminó de hablar, se arrodilló y oró con todos ellos.
(Hechos 20:36)Tarde, mañana y mediodía me lamentaré y gemiré, Y El oirá mi voz.
(Salmos 55:17)Pasados aquellos días partimos y emprendimos nuestro viaje mientras que todos ellos, con sus mujeres e hijos, nos acompañaron hasta las afueras de la ciudad. Después de arrodillarnos y orar en la playa, nos despedimos unos de otros.
(Hechos 21:5)Cuando Tu pueblo salga a la batalla contra su enemigo, por cualquier camino que Tú los envíes, y oren al SEÑOR vueltos hacia la ciudad que Tú has escogido y hacia la casa que he edificado a Tu nombre,
(1 Reyes 8:44)Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos (unánimes) en un mismo lugar,
(Hechos 2:1)Pero a fin de que no se divulgue más entre el pueblo, vamos a amenazarlos para que no hablen más a ningún hombre en este nombre."
(Hechos 4:17)Pero en ninguna manera estimo mi vida como valiosa para mí mismo, a fin de poder terminar mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio solemnemente del evangelio de la gracia de Dios.
(Hechos 20:24)Al día siguiente, mientras ellos iban por el camino y se acercaban a la ciudad, Pedro subió a la azotea a orar como al mediodía.
(Hechos 10:9)Por esta causa, pues, doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,
(Efesios 3:14)Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios.
(Filipenses 4:6)Pero Pedro y los apóstoles respondieron: "Debemos obedecer a Dios en vez de obedecer a los hombres.
(Hechos 5:29)Si alguien viene a Mí, y no aborrece a su padre y madre, a su mujer e hijos, a sus hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser Mi discípulo.
(Lucas 14:26)Cayendo de rodillas, clamó en alta voz: "Señor, no les tomes en cuenta este pecado." Habiendo dicho esto, durmió (expiró).
(Hechos 7:60)Así que Yo les digo, amigos Míos: no teman a los que matan el cuerpo, y después de esto no tienen nada más que puedan hacer.
(Lucas 12:4)Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.
(Hebreos 4:16)Y se apartó de ellos como a un tiro de piedra, y poniéndose de rodillas, oraba,
(Lucas 22:41)Ten piedad de mí, oh Señor, Porque a Ti clamo todo el día.
(Salmos 86:3)Cierto día Pedro y Juan subían al templo a la hora novena (3 p.m.), la hora de la oración.
(Hechos 3:1)La mayoría de los hermanos, confiando en el Señor por causa de mis prisiones, tienen mucho más valor para hablar la palabra de Dios sin temor.
(Filipenses 1:14)conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado, sino que con toda confianza, aun ahora, como siempre, Cristo será exaltado en mi cuerpo, ya sea por vida o por muerte.
(Filipenses 1:20)Yo sé dónde moras: donde está el trono de Satanás. Guardas fielmente Mi nombre y no has negado Mi fe, aun en los días de Antipas, Mi testigo, Mi siervo fiel, que fue muerto entre ustedes, donde mora Satanás.
(Apocalipsis 2:13)Entonces dije: 'He sido expulsado de delante de Tus ojos; Sin embargo volveré a mirar hacia Tu santo templo.'
(Jonás 2:4)Pero yo, por la abundancia de Tu misericordia entraré en Tu casa; Me postraré en Tu santo templo con reverencia.
(Salmos 5:7)Y todo lo que hagan, de palabra o de hecho, háganlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de El a Dios el Padre.
(Colosenses 3:17)Porque éstos no están borrachos como ustedes suponen, pues apenas es la hora tercera (9 a.m.);
(Hechos 2:15)Pero Pedro, haciendo salir a todos, se arrodilló y oró, y volviéndose al cadáver, dijo: "Tabita, levántate." Ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó.
(Hechos 9:40)si se vuelven a Ti con todo su corazón y con toda su alma en la tierra de sus enemigos que los llevaron cautivos, y oran a Ti vueltos hacia la tierra que diste a sus padres, hacia la ciudad que has escogido, y hacia la casa que he edificado a Tu nombre,
(1 Reyes 8:48)Salmo de David cuando se fingió loco delante de Abimelec, quien lo echó, y él se fue. Bendeciré al SEÑOR en todo tiempo; Continuamente estará Su alabanza en mi boca.
(Salmos 34:1)No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien teman a Aquél que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno.
(Mateo 10:28)Ellos aceptaron su consejo, y después de llamar a los apóstoles, los azotaron y les ordenaron que no hablaran más en el nombre de Jesús y los soltaron.
(Hechos 5:40)