¿Por qué, oh SEÑOR, nos haces desviar de Tus caminos Y endureces nuestro corazón a Tu temor? Vuélvete por amor de Tus siervos, las tribus de Tu heredad.
(Isaías 63:17)Tu pueblo santo poseyó Tu santuario por breve tiempo; Pero nuestros adversarios lo han pisoteado.
(Isaías 63:18)Hemos venido a ser como aquéllos sobre los que nunca gobernaste, Como aquéllos que nunca fueron llamados por Tu nombre.
(Isaías 63:19)¡Oh, si rasgaras los cielos y descendieras! Si los montes se estremecieran ante Tu presencia
(como el fuego enciende el matorral, como el fuego hace hervir el agua), Para dar a conocer Tu nombre a Tus adversarios, Para que ante Tu presencia tiemblen las naciones!
(Isaías 64:2)Cuando hiciste cosas terribles que no esperábamos, Y descendiste, los montes se estremecieron ante Tu presencia.
(Isaías 64:3)Desde la antigüedad no habían escuchado ni puesto atención, Ni el ojo había visto a un Dios fuera de Ti Que obrara a favor del que esperaba en El.
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Isaías 64:1 - Referencia Cruzada
Los montes tiemblan ante El, Y los collados se derriten. Sí, en Su presencia se levanta la tierra, El mundo y todos los que en él habitan.
(Nahúm 1:5)Inmediatamente, al salir del agua, vio que los cielos se abrían, y que el Espíritu descendía sobre El como una paloma;
(Marcus 1:10)Todo el Monte Sinaí humeaba, porque el SEÑOR había descendido sobre él en fuego. El humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía con violencia.
(Éxodo 19:18)Oh SEÑOR, inclina Tus cielos y desciende; Toca los montes para que humeen.
(Salmos 144:5)Mira desde el cielo, y ve desde Tu santa y gloriosa morada; ¿Dónde está Tu celo y Tu poder? La conmoción de Tus entrañas y Tu compasión para conmigo se han restringido.
(Isaías 63:15)Pero el día del Señor vendrá como ladrón, en el cual los cielos pasarán con gran estruendo, y los elementos serán destruidos con fuego intenso, y la tierra y las obras que hay en ella serán quemadas.
(2 Pedro 3:10)Así que he descendido para librarlos de mano de los Egipcios, y para sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel, al lugar de los Cananeos, de los Hititas, de los Amorreos, de los Ferezeos, de los Heveos y de los Jebuseos.
(Éxodo 3:8)Bramaron las naciones, se tambalearon los reinos; Dio El Su voz, y la tierra se derritió.
(Salmos 46:6)Vienen días," declara el SEÑOR "cuando el arador alcanzará al segador, Y el que pisa la uva al que siembra la semilla; Cuando destilarán vino dulce los montes, Y todas las colinas se derretirán.
(Amós 9:13)Los montes saltaron como carneros, Y los collados como corderitos.
(Salmos 114:4)Que estén preparados para el tercer día, porque al tercer día el SEÑOR descenderá a la vista de todo el pueblo sobre el Monte Sinaí.
(Éxodo 19:11)Entonces la tierra se estremeció y tembló; Los cimientos de los montes temblaron Y fueron sacudidos, porque El se indignó.
(Salmos 18:7)El Señor, DIOS de los ejércitos, El que toca la tierra, y ésta se derrite, Y se lamentan todos los que en ella habitan, Sube toda ella como el Nilo Y disminuye como el Nilo de Egipto;
(Amós 9:5)SEÑOR, cuando saliste de Seir, Cuando marchaste del campo de Edom, La tierra tembló, también cayeron gotas del cielo, Y las nubes destilaron agua.
(Jueces 5:4)Vi un gran trono blanco y a Aquél que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos.
(Apocalipsis 20:11)Porque el SEÑOR sale de Su lugar, Y descenderá y caminará sobre las alturas de la tierra.
(Miqueas 1:3)Tembló la tierra; También se derramaron los cielos ante la presencia de Dios; El Sinaí mismo tembló delante de Dios, el Dios de Israel.
(Salmos 68:8)Oración del profeta Habacuc, en tono de Sigionot (Canto vehemente).
(Habacuc 3:1)