Nueva Biblia Latinoamericana
Los lazos de la muerte me cercaron, Y los torrentes de iniquidad me atemorizaron. (Salmos 18:4)
Los lazos del Seol me rodearon; Las redes de la muerte surgieron ante mí. (Salmos 18:5)
En mi angustia invoqué al SEÑOR, Y clamé a mi Dios; Desde Su templo oyó mi voz, Y mi clamor delante de El llegó a Sus oídos. (Salmos 18:6)
Entonces la tierra se estremeció y tembló; Los cimientos de los montes temblaron Y fueron sacudidos, porque El se indignó.
Humo subió de Su nariz, Y el fuego de Su boca consumía; Carbones fueron por él encendidos. (Salmos 18:8)
También inclinó los cielos, y descendió Con densas tinieblas debajo de Sus pies. (Salmos 18:9)
Cabalgó sobre un querubín, y voló; Y rápido voló sobre las alas del viento. (Salmos 18:10)

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Salmos 18:7 - Referencia Cruzada

Y si tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy. (1 Corintios 13:2)
Y en Mi celo y en el fuego de Mi furor declaro que ciertamente en aquel día habrá un gran terremoto en la tierra de Israel. (Ezequiel 38:19)
SEÑOR, cuando saliste de Seir, Cuando marchaste del campo de Edom, La tierra tembló, también cayeron gotas del cielo, Y las nubes destilaron agua. (Jueces 5:4)
Porque fuego se ha encendido en Mi ira, Que quema hasta las profundidades del Seol (región de los muertos), Consume la tierra con su fruto, E incendia los fundamentos de los montes. (Deuteronomio 32:22)
Se detuvo, e hizo temblar la tierra, Miró e hizo estremecerse a las naciones. Sí, se desmoronaron los montes perpetuos, Se hundieron las colinas antiguas. Sus caminos son eternos. (Habacuc 3:6)
Sus pies se posarán aquel día en el Monte de los Olivos, que está frente a Jerusalén, al oriente; y el Monte de los Olivos se hendirá por el medio, de oriente a occidente, formando un enorme valle, y una mitad del monte se apartará hacia el norte y la otra mitad hacia el sur. (Zacarías 14:4)
Oh Dios, cuando saliste al frente de Tu pueblo, Cuando marchaste por el desierto, (Selah) (Salmos 68:7)
Después que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valor. (Hechos 4:31)
Y se produjo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendiendo del cielo, y acercándose, removió la piedra y se sentó sobre ella. (Mateo 28:2)
Como a medianoche, Pablo y Silas oraban y cantaban himnos a Dios, y los presos los escuchaban. (Hechos 16:25)
Te vieron los montes y temblaron, El diluvio de aguas pasó; Dio el abismo su voz, Levantó en alto sus manos. (Habacuc 3:10)
Por tanto, no temeremos aunque la tierra sufra cambios, Y aunque los montes se deslicen al fondo de los mares; (Salmos 46:2)
Los montes saltaron como carneros, Y los collados como corderitos. (Salmos 114:4)
Miré a los montes, y temblaban, Y todas las colinas se estremecían. (Jeremías 4:24)