Nueva Biblia Latinoamericana
El sabio tiene ojos en su cabeza, Pero el necio anda en tinieblas. Aunque yo sé también que ambos corren la misma suerte. (Eclesiastés 2:14)
Entonces me dije: "Como la suerte del necio, así también será la mía. ¿Para qué, pues, me aprovecha haber sido tan sabio?" Y me dije: "También esto es vanidad. (Eclesiastés 2:15)
Porque no hay memoria duradera del sabio ni del necio, ya que todos serán olvidados en los días venideros. ¡Cómo mueren tanto el sabio como el necio!" (Eclesiastés 2:16)
Y aborrecí la vida, porque me era penosa la obra que se hace bajo el sol, pues todo es vanidad y correr tras el viento.
Asimismo aborrecí todo el fruto de mi trabajo con que me había afanado bajo el sol, el cual tendré que dejar al hombre que vendrá después de mí. (Eclesiastés 2:18)
¿Y quién sabe si será sabio o necio? Sin embargo, él tendrá dominio sobre todo el fruto de mi trabajo con que me afané obrando sabiamente bajo el sol. También esto es vanidad. (Eclesiastés 2:19)
Por tanto me desesperé en gran manera por todo el fruto de mi trabajo con que me había afanado bajo el sol. (Eclesiastés 2:20)

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Eclesiastés 2:17 - Referencia Cruzada

Mejor es lo que ven los ojos que lo que el alma desea. También esto es vanidad y correr tras el viento. (Eclesiastés 6:9)
El Espíritu me levantó y me tomó; yo iba con amargura en la indignación de mi espíritu, y la mano del SEÑOR era fuerte sobre mí. (Ezequiel 3:14)
Y ahora, oh SEÑOR, Te ruego que me quites la vida, porque mejor me es la muerte que la vida." (Jonás 4:3)
Mi alma, pues, escoge la asfixia, La muerte, en lugar de mis dolores. (Job 7:15)
Aun he visto más bajo el sol: Que en el lugar del derecho está la impiedad, Y en el lugar de la justicia está la iniquidad. (Eclesiastés 3:16)
Pues, ¿qué recibe el hombre de todo su trabajo y del esfuerzo de su corazón con que se afana bajo el sol? (Eclesiastés 2:22)
He visto todas las obras que se han hecho bajo el sol, y he observado que todo es vanidad y correr tras el viento. (Eclesiastés 1:14)
y anduvo por el desierto un día de camino, y vino y se sentó bajo un arbusto (enebro); pidió morirse y dijo: "Basta ya, SEÑOR, toma mi vida porque yo no soy mejor que mis padres." (1 Reyes 19:4)
Recuerda cuán breve es mi vida; ¡Con qué propósito vano has creado a todos los hijos de los hombres! (Salmos 89:47)
¿Por qué me haces ver la iniquidad, Y me haces mirar la opresión? La destrucción y la violencia están delante de mí, Hay rencilla y surge la discordia. (Habacuc 1:3)
Y si así me vas a tratar, Te ruego que me mates si he hallado gracia ante Tus ojos, y no me permitas ver mi desventura." (Números 11:15)
Así que felicité a los muertos, los que ya murieron, Más que a los vivos, los que aún viven. (Eclesiastés 4:2)
¿Por qué se da luz al que sufre, Y vida al amargado de alma; (Job 3:20)
¡Oh, si me escondieras en el Seol (región de los muertos), Si me ocultaras hasta que Tu ira se pasara, Si me pusieras un plazo y de mí te acordaras! (Job 14:13)
Maldito el día en que nací; El día en que mi madre me dio a luz no sea bendito. (Jeremías 20:14)
Y sucedió que al salir el sol, Dios dispuso un sofocante viento del este, y el sol hirió la cabeza de Jonás, así que él desfallecía, y con toda su alma deseaba morir, y decía: "Mejor me es la muerte que la vida." (Jonás 4:8)
Consideré luego todas las obras que mis manos habían hecho y el trabajo en que me había empeñado, y resultó que todo era vanidad y correr tras el viento, y sin provecho bajo el sol. (Eclesiastés 2:11)
Porque de ambos lados me siento apremiado, teniendo el deseo de partir y estar con Cristo, pues eso es mucho mejor. (Filipenses 1:23)