Nueva Biblia Latinoamericana
¿Y quién sabe si será sabio o necio? Sin embargo, él tendrá dominio sobre todo el fruto de mi trabajo con que me afané obrando sabiamente bajo el sol. También esto es vanidad. (Eclesiastés 2:19)
Por tanto me desesperé en gran manera por todo el fruto de mi trabajo con que me había afanado bajo el sol. (Eclesiastés 2:20)
Cuando hay un hombre que ha trabajado con sabiduría, con conocimiento y con destreza, y da su hacienda al que no ha trabajado en ella, esto también es vanidad y un mal muy grande. (Eclesiastés 2:21)
Pues, ¿qué recibe el hombre de todo su trabajo y del esfuerzo de su corazón con que se afana bajo el sol?
Porque durante todos sus días su tarea es dolorosa y penosa; ni aun de noche descansa su corazón. También esto es vanidad. (Eclesiastés 2:23)
No hay nada mejor para el hombre que comer y beber y decirse que su trabajo es bueno. Yo he visto que también esto es de la mano de Dios. (Eclesiastés 2:24)
Porque ¿quién comerá y quién se alegrará sin El? (Eclesiastés 2:25)

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Eclesiastés 2:22 - Referencia Cruzada

Ustedes, pues no busquen qué han de comer, ni qué han de beber, y no estén preocupados. (Lucas 12:29)
Por eso les digo, no se preocupen por su vida, qué comerán o qué beberán; ni por su cuerpo, qué vestirán. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa? (Mateo 6:25)
Por tanto, no se preocupen por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástenle a cada día sus propios problemas. (Mateo 6:34)
Es en vano que se levanten de madrugada, Que se acuesten tarde, Que coman el pan de afanosa labor, Pues El da a Su amado aun mientras duerme. (Salmos 127:2)
Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios. (Filipenses 4:6)
Más vale una mano llena de descanso Que dos puños llenos de trabajo y correr tras el viento. (Eclesiastés 4:6)
Había un hombre solo, sin sucesor, Que no tenía hijo ni hermano, Sin embargo, no había fin a todo su trabajo. En verdad, sus ojos no se saciaban de las riquezas, Y nunca se preguntó: "¿Para quién trabajo yo Y privo a mi vida del placer?" También esto es vanidad y tarea penosa. (Eclesiastés 4:8)
Además todos los días de su vida come en tinieblas, Con mucha molestia, enfermedad y enojo. (Eclesiastés 5:17)
¿Qué provecho recibe el hombre de todo el trabajo Con que se afana bajo el sol? (Eclesiastés 1:3)
¿Qué saca el trabajador de aquello en que se afana? (Eclesiastés 3:9)
El que ama el dinero no se saciará de dinero, Y el que ama la abundancia no se saciará de ganancias. También esto es vanidad. (Eclesiastés 5:10)
Danos hoy el pan nuestro de cada día. (Mateo 6:11)
Y si tenemos qué comer y con qué cubrirnos, con eso estaremos contentos. (1 Timoteo 6:8)
echando toda su ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de ustedes. (1 Pedro 5:7)
Pues ¿qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma? O ¿qué dará un hombre a cambio de su alma? (Mateo 16:26)
Todo el trabajo del hombre es para su boca, Sin embargo su apetito no se sacia. (Eclesiastés 6:7)
A Sus discípulos Jesús les dijo: "Por eso les digo que no se preocupen por su vida, qué comerán; ni por su cuerpo, qué vestirán. (Lucas 12:22)
El apetito del trabajador para él trabaja, Porque su boca lo impulsa. (Proverbios 16:26)
Por tanto yo alabé el placer, porque no hay nada bueno para el hombre bajo el sol sino comer, beber y divertirse, y esto le acompañará en sus afanes en los días de su vida que Dios le haya dado bajo el sol. (Eclesiastés 8:15)