Nueva Biblia Latinoamericana
Cuando Dios vio sus acciones, que se habían apartado de su mal camino, entonces Dios se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo. (Jonás 3:10)
Pero esto desagradó a Jonás en gran manera, y se enojó. (Jonás 4:1)
Y oró al SEÑOR: "¡Ah SEÑOR! ¿No era esto lo que yo decía cuando aún estaba en mi tierra? Por eso me anticipé a huir a Tarsis. Porque yo sabía que Tú eres un Dios clemente y compasivo, lento para la ira y rico en misericordia, y que Te arrepientes del mal anunciado . (Jonás 4:2)
Y ahora, oh SEÑOR, Te ruego que me quites la vida, porque mejor me es la muerte que la vida."
Y el SEÑOR dijo: "¿Tienes acaso razón para enojarte?" (Jonás 4:4)
Entonces salió Jonás de la ciudad y se sentó al oriente de la misma. Allí se hizo un cobertizo y se sentó bajo la sombra de él, hasta ver qué sucedería en la ciudad. (Jonás 4:5)
Y el SEÑOR Dios dispuso que una planta creciera sobre Jonás para que hiciera sombra sobre su cabeza y lo librara de su incomodidad. Y Jonás se alegró grandemente por la planta. (Jonás 4:6)

Otras publicaciones relacionadas con "Jonás 4:3":

Samuel Caraballo
Las consecuencias de nuestras decisiones y acciones
En este artículo, Samuel Caraballo nos habla sobre las consecuencias de nuestras decisiones y acciones, y cómo la historia de Jonás nos enseña acerca de la importancia de la obediencia y la responsabilidad personal en nuestra relación con Dios.


Valerie Gonzalez
Despierta y vete
Artículo sobre la importancia de despertar y vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, cambiar nuestras prioridades y reconocer que Dios es el Dios de la tormenta. Se destaca la importancia de la oración y de estar dispuestos a desprendernos de lo que no es importante para lograr nuestro propósito y llevar la salvación a otros.


Jonás 4:3 - Referencia Cruzada

Pues para mí, el vivir es Cristo y el morir es ganancia. (Filipenses 1:21)
Mejor es el buen nombre que el buen ungüento, Y el día de la muerte que el día del nacimiento. (Eclesiastés 7:1)
Y si así me vas a tratar, Te ruego que me mates si he hallado gracia ante Tus ojos, y no me permitas ver mi desventura." (Números 11:15)
Y sucedió que al salir el sol, Dios dispuso un sofocante viento del este, y el sol hirió la cabeza de Jonás, así que él desfallecía, y con toda su alma deseaba morir, y decía: "Mejor me es la muerte que la vida." (Jonás 4:8)
y anduvo por el desierto un día de camino, y vino y se sentó bajo un arbusto (enebro); pidió morirse y dijo: "Basta ya, SEÑOR, toma mi vida porque yo no soy mejor que mis padres." (1 Reyes 19:4)
El pueblo discutió con Moisés y le dijo: "¡Ojalá hubiéramos perecido cuando nuestros hermanos murieron delante del SEÑOR! (Números 20:3)
¿Por qué se da luz al que sufre, Y vida al amargado de alma; (Job 3:20)
Maldito el día en que nací; El día en que mi madre me dio a luz no sea bendito. (Jeremías 20:14)
¡Quién me diera que mi petición se cumpliera, Que Dios me concediera mi anhelo, (Job 6:8)
Mi alma, pues, escoge la asfixia, La muerte, en lugar de mis dolores. (Job 7:15)
Pero yo de nada de esto me he aprovechado. Y no escribo esto para que así se haga conmigo. Porque mejor me fuera morir, que permitir que alguien me prive de esta gloria. (1 Corintios 9:15)