Nueva Biblia Latinoamericana
Pero el SEÑOR está conmigo como campeón temible; Por tanto, mis perseguidores tropezarán y no prevalecerán. Quedarán muy avergonzados, pues no triunfaron, Tendrán afrenta perpetua que nunca será olvidada. (Jeremías 20:11)
Oh SEÑOR de los ejércitos, que pruebas al justo, Que ves las entrañas y el corazón, Vea yo Tu venganza sobre ellos, Pues a Ti he encomendado mi causa. (Jeremías 20:12)
Canten al SEÑOR, alaben al SEÑOR, Porque ha librado el alma del pobre De manos de los malvados. (Jeremías 20:13)
Maldito el día en que nací; El día en que mi madre me dio a luz no sea bendito.
Maldito el hombre que dio la noticia A mi padre, diciéndole: "¡Te ha nacido un hijo varón!" Haciéndolo muy feliz. (Jeremías 20:15)
Sea ese hombre como las ciudades Que el SEÑOR destruyó sin piedad; Oiga gritos de mañana Y alaridos al mediodía, (Jeremías 20:16)
Porque no me mató en el vientre Para que mi madre hubiera sido mi sepultura, Y su vientre embarazado para siempre. (Jeremías 20:17)

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Jeremías 20:14 - Referencia Cruzada

¡Ay de mí, madre mía, porque me diste a luz Como hombre de contienda y hombre de discordia para toda la tierra! No he prestado ni me han prestado, Sin embargo todos me maldicen. (Jeremías 15:10)
Perezca el día en que yo nací, Y la noche que dijo: 'Un varón ha sido concebido.' (Job 3:3)