Nueva Biblia Latinoamericana
Y ve a los desterrados, a los hijos de tu pueblo; háblales y diles, escuchen o dejen de escuchar: 'Así dice el Señor DIOS.'" (Ezequiel 3:11)
Entonces el Espíritu me levantó, y oí detrás de mí un gran ruido atronador: "Bendita sea la gloria del SEÑOR desde Su lugar." (Ezequiel 3:12)
Oí el ruido de las alas de los seres vivientes que se tocaban una a la otra, y el ruido de las ruedas junto a ellos, un gran ruido atronador. (Ezequiel 3:13)
El Espíritu me levantó y me tomó; yo iba con amargura en la indignación de mi espíritu, y la mano del SEÑOR era fuerte sobre mí.
Entonces vine a los desterrados de Tel Abib que habitaban junto al río Quebar, y allí donde ellos vivían, estuve sentado siete días, atónito, en medio de ellos. (Ezequiel 3:15)
Después de los siete días vino a mí la palabra del SEÑOR: (Ezequiel 3:16)
Hijo de hombre, te he puesto por centinela de la casa de Israel. Cuando oigas la palabra de Mi boca, adviérteles de Mi parte. (Ezequiel 3:17)

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Ezequiel 3:14 - Referencia Cruzada

la palabra del SEÑOR fue dirigida al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzi, en la tierra de los Caldeos junto al río Quebar, y allí vino sobre él la mano del SEÑOR.) (Ezequiel 1:3)
Entonces la mujer Samaritana Le dijo: "¿Cómo es que Tú, siendo Judío, me pides de beber a mí, que soy Samaritana?" (Porque los Judíos no tienen tratos con los Samaritanos.) (Juan 4:9)
Y la mano del SEÑOR estaba sobre Elías, quien ajustándose el cinturón corrió delante de Acab hasta Jezreel. (1 Reyes 18:46)
Maldito el día en que nací; El día en que mi madre me dio a luz no sea bendito. (Jeremías 20:14)
Entonces Moisés dijo al SEÑOR: "¿Por qué has tratado tan mal a Tu siervo? ¿Y por qué no he hallado gracia ante Tus ojos para que hayas puesto la carga de todo este pueblo sobre mí? (Números 11:11)
Y extendió algo semejante a una mano y me tomó por un mechón de mi cabello; y el Espíritu me alzó entre la tierra y el cielo y me llevó a Jerusalén en visiones de Dios, a la entrada de la puerta que mira al norte del atrio interior, allí donde estaba la morada del ídolo de los celos que provoca los celos. (Ezequiel 8:3)
La mano del SEÑOR vino sobre mí, y me sacó en el Espíritu del SEÑOR, y me puso en medio del valle que estaba lleno de huesos. (Ezequiel 37:1)
Pero estoy lleno del furor del SEÑOR, Estoy cansado de retenerlo . "Derrámalo sobre los niños en la calle, Y sobre la reunión de los jóvenes; Porque serán apresados tanto el marido como la mujer, El viejo y el muy anciano. (Jeremías 6:11)
Me persuadiste, oh SEÑOR, y quedé persuadido; Fuiste más fuerte que yo y prevaleciste. He sido el hazmerreír cada día; Todos se burlan de mí. (Jeremías 20:7)
Pero tráiganme ahora un músico. Y sucedió que mientras el músico tocaba, la mano del SEÑOR vino sobre Eliseo, (2 Reyes 3:15)
y le dijeron: "Aquí entre tus siervos hay cincuenta hombres fuertes; te rogamos que los dejes ir a buscar a tu señor; tal vez el Espíritu del SEÑOR lo ha levantado y lo ha echado en algún monte o en algún valle." Y él dijo: "No los envíen." (2 Reyes 2:16)
Y sucedió en el año sexto, en el día cinco del mes sexto, que estando yo sentado en mi casa con los ancianos de Judá sentados ante mí, bajó allí sobre mí la mano del Señor DIOS. (Ezequiel 8:1)
salió de Judea y se fue otra vez para Galilea. (Juan 4:3)
Entonces el Espíritu me levantó, y oí detrás de mí un gran ruido atronador: "Bendita sea la gloria del SEÑOR desde Su lugar." (Ezequiel 3:12)
Por tanto, cuando el Señor supo que los Fariseos habían oído que El hacía y bautizaba más discípulos que Juan (Juan 4:1)