Nueva Biblia Latinoamericana
Esfuércense, y aliéntese su corazón, Todos ustedes que esperan en el SEÑOR. (Salmos 31:24)
Salmo de David. Masquil. ¡Cuán bienaventurado es aquél cuya transgresión es perdonada, Cuyo pecado es cubierto! (Salmos 32:1)
¡Cuán bienaventurado es el hombre a quien el SEÑOR no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño! (Salmos 32:2)
Mientras callé mi pecado , mi cuerpo se consumió Con mi gemir durante todo el día.
Porque día y noche Tu mano pesaba sobre mí; Mi vitalidad se desvanecía con el calor del verano. (Selah) (Salmos 32:4)
Te manifesté mi pecado, Y no encubrí mi iniquidad. Dije: "Confesaré mis transgresiones al SEÑOR;" Y Tú perdonaste la culpa de mi pecado. (Selah) (Salmos 32:5)
Por eso, que todo santo ore a Ti en el tiempo en que puedas ser hallado; Ciertamente, en la inundación de muchas aguas, no llegarán éstas a él. (Salmos 32:6)

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Salmos 32:3 - Referencia Cruzada

Y tomando sus huesos, los enterraron debajo del tamarisco en Jabes, y ayunaron siete días. (1 Samuel 31:13)
Nada hay sano en mi carne a causa de Tu indignación; En mis huesos no hay salud a causa de mi pecado. (Salmos 38:3)
Ciertamente he oído a Efraín lamentarse: 'Me has castigado, y castigado fui Como becerro indómito. Hazme volver para que sea restaurado, Pues Tú, SEÑOR, eres mi Dios. (Jeremías 31:18)
Ten piedad de mí, oh SEÑOR, porque estoy en angustia; Se consumen de sufrir mis ojos, mi alma y mis entrañas. (Salmos 31:9)
Porque mis días han sido consumidos en humo, Y como brasero han sido quemados mis huesos. (Salmos 102:3)
Y oyeron al SEÑOR Dios que se paseaba en el huerto al fresco del día. Entonces el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del SEÑOR Dios entre los árboles del huerto. (Génesis 3:8)
David fue y recogió los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo, que estaban en posesión de los hombres de Jabes de Galaad, quienes los habían robado de la plaza de Bet Sán, donde los Filisteos los habían colgado el día que los Filisteos mataron a Saúl en Gilboa. (2 Samuel 21:12)
Ten piedad de mí, SEÑOR, porque estoy sin fuerza; Sáname, SEÑOR, porque mis huesos se estremecen. (Salmos 6:2)
Aun cuando clamo y pido auxilio, El cierra el paso a mi oración. (Lamentaciones 3:8)
Entonces fue y se acercó a uno de los ciudadanos de aquel país, y él lo mandó a sus campos a apacentar cerdos. (Lucas 15:15)
Cuando pasó el luto, David mandó traerla a su casa, y ella fue su mujer; y dio a luz un hijo. Pero lo que David había hecho fue malo a los ojos del SEÑOR. (2 Samuel 11:27)
Ha hecho que se consuman mi carne y mi piel, Ha quebrado mis huesos. (Lamentaciones 3:4)
Para el director del coro; sobre ajelet Hasahar. Salmo de David. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor? (Salmos 22:1)
Estoy entumecido y abatido en gran manera; Gimo a causa de la agitación de mi corazón. (Salmos 38:8)
A causa de la iniquidad de su codicia, Me enojé y lo herí. Escondí Mi rostro y Me indigné, Y él siguió desviándose por el camino de su corazón. (Isaías 57:17)
Porque al ver mi alimento salen mis gemidos, Y mis clamores se derraman como agua. (Job 3:24)
Todos nosotros gruñimos como osos, Y gemimos tristemente como palomas. Esperamos la justicia, pero no la hay, La salvación, pero está lejos de nosotros. (Isaías 59:11)
Judá ha ido al destierro bajo aflicción Y bajo dura servidumbre. Ella habita entre las naciones, Pero no halla descanso; Todos sus perseguidores la han alcanzado En medio de la angustia. (Lamentaciones 1:3)
De noche El traspasa mis huesos dentro de mí, Y los dolores que me corroen no descansan. (Job 30:17)
Hazme oír gozo y alegría, Haz que se regocijen los huesos que has quebrantado. (Salmos 51:8)
El que encubre sus pecados no prosperará, Pero el que los confiesa y los abandona hallará misericordia. (Proverbios 28:13)
Tus hijos han desfallecido, Yacen en las esquinas de todas las calles Como antílope en la red, Llenos del furor del SEÑOR, De la reprensión de tu Dios. (Isaías 51:20)
Mi piel se ennegrece sobre mí, Y mis huesos se queman por la fiebre. (Job 30:30)
Y no claman a Mí de corazón Cuando gimen en sus lechos; Por el trigo y el vino nuevo se reúnen, Y se alejan de Mí. (Oseas 7:14)