Nueva Biblia Latinoamericana
Y yo alarmado, decía: "¡Cortado soy de delante de Tus ojos!" Sin embargo Tú oíste la voz de mis súplicas Cuando a Ti clamaba. (Salmos 31:22)
¡Amen al SEÑOR, todos Sus santos! El SEÑOR preserva a los fieles, Pero les da su merecido a los que obran con soberbia. (Salmos 31:23)
Esfuércense, y aliéntese su corazón, Todos ustedes que esperan en el SEÑOR. (Salmos 31:24)
Salmo de David. Masquil. ¡Cuán bienaventurado es aquél cuya transgresión es perdonada, Cuyo pecado es cubierto!
¡Cuán bienaventurado es el hombre a quien el SEÑOR no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño! (Salmos 32:2)
Mientras callé mi pecado , mi cuerpo se consumió Con mi gemir durante todo el día. (Salmos 32:3)
Porque día y noche Tu mano pesaba sobre mí; Mi vitalidad se desvanecía con el calor del verano. (Selah) (Salmos 32:4)

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Salmos 32:1 - Referencia Cruzada

Al contrario," le contestó Jesús, "dichosos los que oyen la palabra de Dios y la guardan." (Lucas 11:28)
Yo, Yo soy el que borro tus transgresiones por amor a Mí mismo, Y no recordaré tus pecados. (Isaías 43:25)
Por tanto, hermanos, sepan que por medio de El les es anunciado el perdón de los pecados; (Hechos 13:38)
Perdonaste la iniquidad de Tu pueblo, Cubriste todo su pecado. (Selah) (Salmos 85:2)
Cuán bienaventurado es el hombre que ha puesto en el SEÑOR su confianza, Y no se ha vuelto a los soberbios ni a los que caen en falsedad. (Salmos 40:4)
Para el director del coro. Masquil de David, cuando fue Doeg el Edomita e informó a Saúl, diciéndole: "David está en casa de Ahimelec." ¿Por qué te glorías del mal, oh poderoso? La misericordia de Dios es constante. (Salmos 52:1)
Alef. ¡Cuán bienaventurados son los de camino perfecto, Los que andan en la ley del SEÑOR! (Salmos 119:1)
Para el director del coro. Masquil de los hijos de Coré. Como el ciervo anhela las corrientes de agua, Así suspira por Ti, oh Dios, el alma mía. (Salmos 42:1)
¡Cuán bienaventurado es el pueblo que sabe lo que es la voz de júbilo! Andan, SEÑOR, a la luz de Tu rostro. (Salmos 89:15)
Para el director del coro; según Mahalat. Masquil de David. El necio ha dicho en su corazón: "No hay Dios." Se han corrompido, han cometido injusticias abominables; No hay quien haga el bien. (Salmos 53:1)
Como también David habla de la bendición que viene sobre el hombre a quien Dios atribuye justicia aparte de las obras: (Romanos 4:6)
Para el director del coro; según Sosanim. Masquil de los hijos de Coré. Canción de amor. Rebosa en mi corazón un tema bueno; Al Rey dirijo mis versos; Mi lengua es como pluma de escribiente muy ligero. (Salmos 45:1)
Entonces Jesús le dijo: "Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo reveló carne ni sangre, sino Mi Padre que está en los cielos. (Mateo 16:17)
Bendito es el hombre que confía en el SEÑOR, Cuya confianza es el SEÑOR. (Jeremías 17:7)
Bienaventurados los que guardan el juicio, Los que practican la justicia en todo tiempo. (Salmos 106:3)
Cántico de ascenso gradual. Bienaventurado todo aquél que teme al SEÑOR, Que anda en Sus caminos. (Salmos 128:1)
Para el director del coro; con instrumentos de cuerda. Masquil de David. Escucha, oh Dios, mi oración, Y no Te escondas de mi súplica. (Salmos 55:1)
Bienaventurados (Felices) los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos. (Mateo 5:3)
¿Qué Dios hay como Tú, que perdona la iniquidad Y pasa por alto la rebeldía del remanente de su heredad? No persistirá en Su ira para siempre, Porque se complace en la misericordia. (Miqueas 7:18)
Bienaventurados los que lavan sus vestiduras para tener derecho al árbol de la vida y para entrar por las puertas a la ciudad. (Apocalipsis 22:14)
Vengan ahora, y razonemos," Dice el SEÑOR, "Aunque sus pecados sean como la grana, Como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, Como blanca lana quedarán. (Isaías 1:18)
He disipado como una densa nube tus transgresiones, Y como espesa niebla tus pecados. Vuélvete a Mí, porque Yo te he redimido." (Isaías 44:22)
¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, Ni se detiene en el camino de los pecadores, Ni se sienta en la silla de los escarnecedores, (Salmos 1:1)
Oh SEÑOR de los ejércitos, ¡Cuán bienaventurado es el hombre que en Ti confía! (Salmos 84:12)