Nueva Biblia Latinoamericana
Porque aunque mi padre y mi madre me hayan abandonado, El SEÑOR me recogerá. (Salmos 27:10)
SEÑOR, enséñame Tu camino, Y guíame por senda llana Por causa de mis enemigos. (Salmos 27:11)
No me entregues a la voluntad de mis adversarios; Porque testigos falsos se han levantado contra mí, Y los que respiran violencia. (Salmos 27:12)
Hubiera yo desmayado, si no hubiera creído que había de ver la bondad del SEÑOR En la tierra de los vivientes.
Espera al SEÑOR; Esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al SEÑOR. (Salmos 27:14)
Salmo de David. A Ti clamo, oh SEÑOR; Roca mía, no seas sordo para conmigo, No sea que si guardas silencio hacia mí, Venga a ser semejante a los que descienden a la fosa. (Salmos 28:1)
Escucha la voz de mis súplicas cuando a Ti pido auxilio; Cuando levanto mis manos hacia el Lugar Santísimo de Tu santuario. (Salmos 28:2)

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Salmos 27:13 - Referencia Cruzada

Afligidos en todo, pero no agobiados; perplejos, pero no desesperados; (2 Corintios 4:8)
Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día. (2 Corintios 4:16)
Andaré delante del SEÑOR En la tierra de los vivientes. (Salmos 116:9)
¡Cuán grande es Tu bondad, Que has reservado para los que Te temen, Que has manifestado para los que en Ti se refugian, Delante de los hijos de los hombres! (Salmos 31:19)
No conoce el hombre su valor, Ni se encuentra en la tierra de los vivientes. (Job 28:13)
Pero Dios te destruirá para siempre; Te arrebatará y te arrancará de tu tienda, Y te desarraigará de la tierra de los vivientes. (Selah) (Salmos 52:5)
A Ti he clamado, SEÑOR; Dije: "Tú eres mi refugio, Mi porción en la tierra de los vivientes. (Salmos 142:5)
El día en que temo, Yo en Ti confío. (Salmos 56:3)
Porque por gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe, y esto no procede de ustedes, sino que es don de Dios; (Efesios 2:8)
Para rescatar su alma de la fosa, Para que sea iluminado con la luz de la vida. (Job 33:30)
El que vive, el que vive es el que Te da gracias, como yo lo hago hoy. El padre cuenta a sus hijos Tu fidelidad. (Isaías 38:19)
¿Por qué te desesperas, alma mía, Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarlo otra vez Por la salvación de Su presencia. (Salmos 42:5)
Pero yo era como un cordero manso llevado al matadero, y no sabía que tramaban intrigas contra mí, diciendo: "Destruyamos el árbol con su fruto, y cortémoslo de la tierra de los vivientes, para que su nombre no se recuerde más." (Jeremías 11:19)
Dije: "No veré más al SEÑOR, Al SEÑOR en la tierra de los vivientes. No veré más hombre alguno entre los habitantes del mundo. (Isaías 38:11)
Pues Tú has librado mi alma de la muerte, Y mis pies de tropiezo, Para que yo pueda andar delante de Dios En la luz de la vida. (Salmos 56:13)
Por tanto, puesto que tenemos este ministerio, según hemos recibido misericordia, no desfallecemos. (2 Corintios 4:1)
entonces te haré descender con los que descienden a la fosa, con el pueblo de antaño. Te haré habitar en las profundidades de la tierra, como las antiguas ruinas, con los que descienden a la fosa, para que no seas habitada; y pondré gloria en la tierra de los vivientes. (Ezequiel 26:20)