Entonces será levantada mi cabeza sobre mis enemigos que me cercan, Y en Su tienda ofreceré sacrificios con voces de júbilo; Cantaré, sí, cantaré alabanzas al SEÑOR.
(Salmos 27:6)
Escucha, oh SEÑOR, mi voz cuando clamo; Ten piedad de mí, y respóndeme.
(Salmos 27:7)
Cuando dijiste: "Busquen Mi rostro," mi corazón Te respondió: "Tu rostro, SEÑOR, buscaré."
(Salmos 27:8)
No escondas Tu rostro de mí; No rechaces con ira a Tu siervo; Tú has sido mi ayuda. No me abandones ni me desampares, Oh Dios de mi salvación.
Porque aunque mi padre y mi madre me hayan abandonado, El SEÑOR me recogerá.
(Salmos 27:10)
SEÑOR, enséñame Tu camino, Y guíame por senda llana Por causa de mis enemigos.
(Salmos 27:11)
No me entregues a la voluntad de mis adversarios; Porque testigos falsos se han levantado contra mí, Y los que respiran violencia.
(Salmos 27:12)
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Salmos 27:9 - Referencia Cruzada
Para el director del coro. Salmo de David. ¿Hasta cuándo, oh SEÑOR? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás de mí Tu rostro?
(Salmos 13:1)
Pero las iniquidades de ustedes han hecho separación entre ustedes y su Dios, Y los pecados le han hecho esconder Su rostro para no escucharlos .
(Isaías 59:2)
Ese recibirá bendición del SEÑOR, Y justicia del Dios de su salvación.
(Salmos 24:5)
Ayin. He practicado el juicio y la justicia; No me abandones a mis opresores.
(Salmos 119:121)
Porque Tú eres mi esperanza; Oh Señor DIOS, Tú eres mi confianza desde mi juventud.
(Salmos 71:5)
No me eches de Tu presencia, Y no quites de mí Tu Santo Espíritu.
(Salmos 51:11)
De hecho, dentro de nosotros mismos ya teníamos la sentencia de muerte, a fin de que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos,
(2 Corintios 1:9)
Cántico. Salmo de los hijos de Coré. Para el director del coro; sobre Mahalat Leannot. Masquil de Hemán el Ezraíta. Oh SEÑOR, Dios de mi salvación, De día y de noche he clamado delante de Ti.
(Salmos 88:1)
¿Por qué escondes Tu rostro Y te olvidas de nuestra aflicción y de nuestra opresión?
(Salmos 44:24)
Escúchenme, casa de Jacob, Y todo el remanente de la casa de Israel, Los que han sido llevados por Mí desde el vientre, Cargados desde la matriz.
(Isaías 46:3)
Oh Dios, Tú me has enseñado desde mi juventud, Y hasta ahora he anunciado Tus maravillas.
(Salmos 71:17)
Entonces Samuel tomó una piedra y la colocó entre Mizpa y Sen, y la llamó Ebenezer (Piedra de Ayuda) y dijo: "Hasta aquí nos ha ayudado el SEÑOR."
(1 Samuel 7:12)
En cuanto a ti, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele de todo corazón y con ánimo dispuesto; porque el SEÑOR escudriña todos los corazones, y entiende todo intento de los pensamientos. Si Lo buscas, El te dejará que Lo encuentres; pero si Lo abandonas, El te rechazará para siempre.
(1 Crónicas 28:9)
Y no escondas Tu rostro de Tu siervo, Porque estoy en angustia; respóndeme pronto.
(Salmos 69:17)
No me abandones, oh SEÑOR; Dios mío, no estés lejos de mí.
(Salmos 38:21)
Sea el carácter de ustedes sin avaricia, contentos con lo que tienen, porque El mismo ha dicho: "NUNCA TE DEJARE NI TE DESAMPARARE,"
(Hebreos 13:5)
No escondas de mí Tu rostro en el día de mi angustia; Inclina hacia mí Tu oído; El día en que Te invoco, respóndeme pronto.
(Salmos 102:2)
Pero el Señor estuvo conmigo y me fortaleció, a fin de que por mí se cumpliera cabalmente la proclamación del mensaje y que todos los Gentiles oyeran. Y fui librado de la boca del león.
(2 Timoteo 4:17)
Así dice el SEÑOR: "¿Dónde está esa carta de divorcio Con la que repudié a su madre? ¿O a cuál de Mis acreedores los vendí? Por causa de sus iniquidades ustedes fueron vendidos, Y por sus transgresiones fue repudiada su madre.
(Isaías 50:1)
Haré con ellos un pacto eterno, de que Yo no me apartaré de ellos para hacerles bien, e infundiré Mi temor en sus corazones para que no se aparten de Mí.
(Jeremías 32:40)
Respóndeme pronto, oh SEÑOR, porque mi espíritu desfallece; No escondas de mí Tu rostro, Para que no llegue yo a ser como los que descienden a la sepultura.
(Salmos 143:7)